008.

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5 días después.

Martina.

Estaba en casa de María junto a sus hermanas, Ailin y Geraldine, Thomi y Tiago, todos esperando al estreno del remix de High. Hacía dos días que había regresado de mi escape con Gonzalo ya que yo debía ver los últimos detalles de la canción y él tenía una reunión para grabar una session. Habíamos pasado unos días muy hermosos juntos, fue lindo fingir durante un rato que las cosas estaban bien, pero al pisar Buenos Aires la realidad volvió a golpear.

El día del estreno él no me acompañaba ya que tenía otro compromiso, no me dijo cuál pero ya podía imaginarlo.

— ¿Estás lista beba? — me preguntó Gotti. Le sonreí apenada y asentí. Tanto él como Thomi se habían vuelto personas muy importantes en mi vida durante los últimos meses, eran seres de luz.

Junto a Tiago fuimos al living de la casa de los papás de Mari. Ahí ella, sus hermanas y Thomi esperaban con la cuenta regresiva de YouTube puesta en la televisión. Al verme todos me sonrieron, supongo que para tranquilizarme y demostrarme que estaban ahí para mí ya que ellos sabían que tras esta canción todo acabaría. Mauro, Cami y Bhavi igual me habían hecho llegar su apoyo mediante mensajes ya que no pudieron estar ahí aquel día.

La cuenta regresiva llegó a cero y yo cerré mis ojos para poder escuchar la letra que, lamentablemente, escribí de una forma muy fluida y rápida pues se trataba de poner en palabras todo lo que me estaba pasando, lo que estaba sintiendo, y yo era bastante buena en eso.

"En las noches sé que tu me mientes, ya no te hagas dímelo de frente... En el fondo espero te arrepientas para que sientas lo que se siente. Y aunque sé que es demasiado tarde y aunque tú y yo seamos diferentes duele igual cuando te digo bye."

"Porque por más que ande high lloro por la night, nadie se acerca y mira bien de cerca mis eyes. Perdonando lies, sintiéndome die aunque esta mierda me haga tocar el sky."

"Dices que la vida es corta, dices que este amor te importa... ya no me curan tus besos porque tus labios me cortan. Tu me cortaste las alas y a las personas que cortas es mejor si no las llamas, las llamas no se soportan. Tus verdades fueron siempre lies, tus saludos son siempre byes, y aunque siempre te hiciste el nice me jodiste toda la life, me jodiste toda la life..."

Para cuando la canción llegó a su fin mi rostro estaba empapado en lágrimas y mi cuerpo rodeado por los brazos de mis amigos, que me sostenían para no caer. Sentía un dolor muy fuerte en mi interior, era inexplicable pero demasiado intenso. Era loco porque las partes del estribillo y la de Lola yo no las había escrito pero aun así me sentía demasiado identificada con ambas.

Mi teléfono sonó indicando que me había llegado un mensaje. Los seis nos quedamos durante unos segundos mirando el aparato hasta que Ailin lo agarró y me lo pasó. Tal como esperaba, era un mensaje de Gonzalo. Yo le había comentado que la letra de la canción, mi parte, la había escrito yo y que fue basada en cosas que sentía, así que al escucharla obviamente quedó completamente confundido.

Salí de su chat sin responder para ir a Google Drive y buscar la carpeta que llevaba armando durante el último tiempo. Copié el enlace, entré a WhatsApp, se la mandé y cuando las tildes estuvieron azules apagué mi teléfono para romper a llorar una vez más.

( . . . )

— Nena, te buscan en la puerta — me informó Thomi. Me levanté del sillón deshaciéndome del abrazo que Mari me estaba dando desde hacía un buen rato, y caminé a la puerta sacándome las lágrimas. Al llegar me encontré con Francisco.

— Mar, ¿es posta? — preguntó. Asentí sabiendo a lo que se refería y noté cómo tensó sus músculos por el enojo, pero lo dejó de lado para abrazarme fuerte. Y rompí en llanto una vez más, los abrazos de mi hermano me daban mucha paz y me sentía muy contenida.

Gonzalo.

Renata se metió al baño completamente en bolas, no se inhibía ni un poco ante mi mirada y así fue desde el primer día. Yo agarré mi teléfono y vi que faltaba un minuto para el estreno de High Remix así que entré a YouTube para esperar ahí.

— ¿Qué haces gordi? — escuché su chillona voz pero no respondí. Ella se acostó junto a mí para mirar, lo cual me molestó un poco porque odiaba que sea tan chusma pero no le dije nada porque justo la cuenta regresiva llegó a cero. — ¿En serio estás por ver un video de esa? — volvió a molestar.

La miré enojado antes de correrla de encima mío, ya que después de decir eso había intentado subirse sobre mis piernas.

— No es ninguna esa, ubicate — Renata giró sus ojos y por fin se quedó callada.

La voz de Martina inundó la habitación en compañía de la base, y cada palabra que cantaba se clavaba en lo más profundo de mi corazón. Para cuando la canción terminó mi cuerpo estaba temblando y mis ojos estaban todos aguados, entonces recordé que en nuestro viaje me había comentado que ella había escrito sus partes de la canción y lo había hecho en base a lo que sentía, a experiencias propias...

— Ufa, buenas frases se tiró la Tini, ¿eh? — miré mal a Renata y, temblando, me levanté de la cama.

Tecleé un mensaje para enviarle, apenas pude hacerlo porque me temblaban los dedos y a ese punto ya sentía la garganta seca. A los minutos Martina me contestó. Me envió un link y ya, al toque desapareció el "en línea". Mordiendo mi labio inferior con nervios, miedo y angustia, abrí el link y me llevó a una carpeta de Google Drive.

Bajé, bajé y bajé con el dedo y sentía que cada vez me hundía más y más en un pozo vacío y oscuro mientras veía pasar las capturas de pantalla de distintas historias que Renata subía cuando estábamos juntos y había algo que hacia notar a quienes me conocían bien que era yo.

¿Qué mierda hiciste, pelotudo?

Con el rostro empapado de lágrimas tiré con mucha bronca el teléfono por las escaleras. Me sentía la peor mierda del mundo, no podía haberle hecho eso a la persona más importante en mi vida, a la que más amaba. Era un imbécil, el más grande e idiota de todos, y seguramente la había perdido gracias a eso.

VOLVIII
Pido perdón por la espera pero estaba muy nada inspirada, ojalá les guste porque a mí la verdad no:(.

ADEMÁS DE MÍ • Bizarrap.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora