010.

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Los chicos se daban cuenta de la incomodidad de ambos, pero ellos hacían lo posible por disimularlo y disfrutar, y sus amigos intentaban hacerlos reír y contar muchas anécdotas para que todos se mantengan entretenidos.

— Che, ¿cuándo es que sale su tema? — Lit consultó alternando la mirada entre Tiago y Thomi.

— En dos semanas, pa — le respondió Thomi.

Inmediatamente la charla se volcó en eso, los chicos querían que les den un adelanto del tema pero ambos jóvenes se negaban sonrientes.

— Ni a mí que soy la novia me quiere hacer escuchar, imaginate que los va a hacer escuchar a ustedes, manga de giles — se burló Mari y todos la miraron ofendidos entre risas.

Martina soltó una carcajada. — A veces los novios no ponen primero a sus novias, Mari — respondió. De repente el grupo se quedó en silencio.

Duki miraba con los ojos bien abiertos a Tiago, que miraba a Coscu, que miraba a Thomi, quien miraba a Lit, que miraba un punto fijo en la mesa.

— ¡A soplar las velitaaaaaasss! — Bhavi salió junto a Nicki y Mateo de la cocina, la chica llevaba una torta en la mano. Los tres se quedaron quietos al notar el silencio en el grupo y la mirada de todos.

— ¡Cumpleaños feliz, que los cumplas feliz! — cantó Nadia, la novia de Lit, buscando salir de la situación incómoda que estaban atravesando.

— ¡Soplá la vela, la puta que te parió! — siguió Tomi. Nicki puso la torta en la mesa y le dirigió una mirada interrogante a Mari, que con señas le indicó que casi entra en crisis y que después les contaría.

Teo prendió las velas y todos cantaron el cumpleaños feliz entre risas y chistes, Martina arrastraba las palabras por su borrachera y cantaba feliz, completamente ajena a la situación en la que había puesto a sus amigos. Gonzalo aplaudía incómodo y sonreía por compromiso, sentía los ojos ardiendo y quería irse rápido.

— Mar, ¿me acompañas al baño? — pidió Mari varios minutos después. La castaña asintió y se puso de pié, por su estado se tambaleó un poco pero Francisco logró agarrarla por los brazos. Martina se rió mientras que su hermano cruzó miradas de preocupación con Lit.

— Yo las acompaño — dijo Nicki tomando a Mar por un brazo. Mari la agarró por el otro y las tres chicas fueron hasta el baño.

— Bueno, yo me voy yendo — murmuró Gonzalo y sus amigos lo miraron apenados, a excepción de Francisco que mantenía una mirada dura.

— Pará, boludo, lo dijo por borracha nada más — Bhavi intentó tranquilizarlo pero el Biza sonrió con amargura.

— No, boludo, lo dijo porque lo siente. Porque eso la hice sentir yo — aclaró poniéndose de pié. Guardó el teléfono en uno de los bolsillos de atrás de su pantalón y saludó al grupo con un choque de manos.

— No hace falta que te vayas — le dijo, para sorpresa de todos, Francisco. —. Martina lo dijo porque lo siente, sí, pero más que nada por borracha. Cuando se acuerde mañana te aseguro que se va a querer morir y hasta perdón te va a querer pedir, seguro se va a sentir re mierda, todos la conocemos bien y sabemos que va a ser así — el mayor de los Stoessel suspiró. —. Pero no te vayas, por favor, una de las cosas que le aliviaba el corazón era saber que el grupo iba a seguir igual y que iban a poder juntarse sin problemas, se va a sentir mucho peor si se entera que por su comentario te sentiste tan mal al punto de irte, Gonzalo.

Mientras tanto, en el baño María le contaba a Nicki lo que había pasado minutos antes cuando todos se quedaron callados. Martina solo miraba a un punto fijo de los azulejos mientras vaciaba su vejiga sentada en el inodoro.

— Ay, Mar, ¿y cómo te sentís? — le preguntó Nicki con el semblante preocupado.

Mar se encogió de hombros. — Me siento con ganas de mear mucho más pero creo que me quedé sin pis.

Las dos más jóvenes se rieron a carcajadas mientras Martina intentaba concentrarse para que la pis siga saliendo. De repente se le vino algo a la mente.

— Mari — la llamó. —, ¿qué le dije a Gonzalo?

— A él específicamente, nada — le respondió. —, pero mandaste una indirecta bastante directa frente a todo el grupo sobre que él no priorizó a su novia.

Luego de unos segundos, Martina soltó una carcajada. — ¡Ay, boludas! ¡No me refería a él ni a nadie en particular!

Mar continuó riendo mientras que Nicki y María compartieron una mirada divertida por lo que decía su amiga. Pero de repente Martina cambió el semblante y su rostro cayó.

— No, changas, seguro se sintió mal por mi culpa — murmuró. Y cuando las más jóvenes se dieron cuenta, el rostro de Martina ya estaba siendo atacado por lágrimas.

Nicole suspiró y sacó el celular. — Gordo, porfi traeme la riñonera hasta el baño del living — mandó el audio a su novio antes de acuclillarse frente a Martina, junto a Mari que ya estaba así.

Entre ambas intentaron hacer ver a su amiga que no hizo nada malo, pero la borrachera la volvía más terca y cerrada y eso volvía la tarea de María y Nicole casi imposible.

Varios minutos después, en los que Mar logró tranquilizarse y las chicas borraron cualquier marca de que había estado llorando con el maquillaje que Nicki tenía en su riñonera, las tres regresaron al patio donde la fiesta ya estaba más prendida. Como siempre, Coscu estaba haciendo una demostración de twerk en el centro de la ronda, en esta ocasión le hacía la segunda Francisco mientras que el resto aplaudía y los animaba.

Gonzalo estaba parado junto a una columna a un costado, estaba riendo por lo payasos que eran sus amigos. Continuaba algo incómodo pero al final Francisco tenía razón: si Martina se daba cuenta de que él se había ido por su culpa, se sentiría muy mal. Y ya demasiado mal la había hecho sentir él con sus acciones.

Martina largó un suspiro de alivio al ver que Gonzalo reía y se divertía, aunque en cierto punto sintió decepción porque, al parecer, sus palabras no le habían hecho ni la más mínima cosquilla y eso solo significaba que a él no le interesaba en lo más mínimo lo que ella podía decirle. No le interesaba ella.

La castaña decidió que no se amargaría más la noche. Caminó hasta la mesa, bebió un sorbo enorme de su vaso, fue hasta el centro de la pista de baile y comenzó con su show de twerk al que pronto se sumaron María y Nicole.

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