La Obra De Aydin [02] TERMINADA✔️

Capítulo 25

Evie

En los casi dos años que Xavier llevaba encerrado, jamás me imaginé una situación en la que lo visitaría en su nueva mansión, digo, lo visitaba en la cárcel.

La forma en la que lo sacaron con manos y pies encadenados mientras vestía con el típico uniforme naranja, me hizo darme cuenta lo vulnerable que se había vuelto. Pasó de ser un millonario arquitecto capaz de encubrir una negligencia laboral y de asesinar a un inocente muchacho a estar condenado por muchísimos años tras las rejas de una oscura y vacía celda de prisión.

Alzó su mirada en busca de alguna persona conocida para él, pero en cuanto sus ojos se toparon con los míos y los de Beda su rostro se transformó. La furia se hizo evidente en un nano segundo y entonces entendí que existían cosas que no cambiaban sin importar el tiempo que haya pasado.

—¿Ellos son los que me visitan? —se dio vuelta para interrogar al guardia, el hombre ni se inmutó con el tono que utilizó Miller, solo asintió y lo empujó hacia nuestra dirección, pero é no hubiera sido Xavier si no demostraba su desagrado hacia mi persona—. ¡Yo no tengo nada que hablar con esa basura que arruinó mi vida! —vociferó con molestia.

De no ser porque un vidrio a prueba de locos se interponía entre nosotros, estaba segura de que hubiera intentado ahorcarme con su cadena.

—No es como si me haga mucha gracia verlo tampoco, señor —hablé para llamar su atención.

Este me volvió a mirar y me acuchilló con la mirada.

—Entonces ahórrate el disgusto... ¡Y VETE DE ACÁ! —Gritó a todo pulmón.

—No me iré hasta que coopere con algo que vine exclusivamente a conversar con usted —expresé con calma—. Tome asiento, por favor, y hagamos esto rápido.

Xavier se iba a girar dispuesto a irse, pero el guardia señaló su luma como si con eso diera a entender que Miller debía obedecer y hacer más fácil su trabajo como guardia o luego tendría consecuencias. El viejo tomó asiento frente a mí a regañadientes.

—Habla de una vez, mocosa. Me haces perder el tiempo.

Me mordí la lengua para no soltar ninguna burla en su contra, me encontraba en un momento serio y no podía arruinarlo.

—Sabemos lo que está haciendo, Miller. Así que le voy a pedir que deje de amenazarme y de poner en riesgo la integridad de mi familia o de mis amigos si no quiere tener más problemas con la justicia —fui al grano de acuerdo al plan que habíamos articulado con Didi, quien me dijo que debía actuar segura en todo momento para ver si el viejo confesaba algo.

Tips de una abogada audaz.

—¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Para eso viniste?! ¡¿Para jugar?! —golpeó la mesa, exaltado—. ¡Mugrosa engreída! ¡¿No te bastó con encerrarme por quince años en una cárcel por puro capricho?!

Por mi parte, me mantuve serena en mi puesto, imperturbable.

Jamás en mi vida encerraría a alguien por capricho, fue por hacerle justicia a Calem y no me arrepiento de nada en absoluto.

—Su condena en un principio era de cinco años —continué hablando sin importarme su reacción.

—Usted fue el que confesó que había matado a George para mantenerlo en silencio —aclaró Beda a mi lado, hablando por primera vez logrando que Xavier se quedara en un silencio absoluto—. No veo cuál fue el capricho de Evie en un asunto tan grave como lo es quitarle la vida a una persona —el viejo formó una fina línea con sus labios.

Un mensaje llegó a mi celular proveniente de Didi.

La rubia y su amigo el fiscal habían ido rumbo a la zona administrativa de prisión para ver si encontraban alguna de pista de alguien que hubiera visitado a Xavier en la cárcel, quizás un contacto que utilizaba para amenazarnos. Miller estaba encerrado, pero no sus millones y podía seguir manejando gente en sed de venganza.