La Obra De Aydin [02] TERMINADA✔️

Capítulo 35

Aunque no llegamos a la cantidad de votos solicitados, igual les daré este regalo por el esfuerzo que hicieron quienes apoyaron♥ Muchas gracias por todo y disfruten :3

¡BIENVENIDOS A LA RECTA FINAL!

Evie

Me remuevo en la gran cama estirando mi cuerpo y brazos antes de abrir los ojos. El calor del verano que casi llega se hace presente con los fuertes rayos de sol que entran a la habitación sin piedad ni permiso.

Acompañada de un bostezo que suelto como un perro San Bernardo, me levanto de la cama sentándome en la orilla de esta, sin embargo, cuando hago el amago de levantarme, todo a mi alrededor se mueve provocando que lleve una mano a mi cabeza en un vano intento de que eso solucionaría el mareo.

En cuanto me cercioro de que me puedo poner en pie sin problema, camino rumbo al baño que mis suegros pusieron dentro de mi habitación con muy buena disposición y amabilidad.

No tardo mucho tiempo en bañarme, asearme ni en arreglarme para bajar a la sala para encontrarme con mi familia. Aun así, el cansancio, mareo y malestar con el que desperté siguen presentes en mí aun cuando pensé que después de la ducha me sentiría mejor.

Hice un esfuerzo en mantener una sonrisa antes de aparecer frente a todos, ya que no quería preocuparlos apenas iniciaba la mañana. También estaba el hecho de que ya estábamos a unos días del matrimonio, por lo que los detalles finales eran los que más tiempo nos ocupaban. Por no mencionar las medidas de seguridad que tuvimos que agregar porque, ajá, estaba siendo amenazada por una persona loca y psicópata que no daba señales a menos que se sintiera a aburrida y quisiera arruinar mi existencia.

Pero eso no era lo importante y el tema principal que predominaba en mi mente. En lo que luchaba día a día para tener en mi cabeza sin importar qué era en el día especial que se acercaba.

En tres días me casaba públicamente con Aydin.

En tres días me convertiría en la señora Sadik ante todo el mundo.

—Buenos días, hija —saludó el abuelo con una sonrisa.

—Buenos días, mi viejito hermoso.

Caminé hasta su lugar y besé su mejilla para después brindarle un fuerte abrazo con la intención de que ese gesto quedara bien grabado, con la esperanza de que no olvidara lo mucho que lo amaba.

—¿Dónde están todos? —pregunté, mirando a mi alrededor.

—Todos se fueron temprano, los hombres a trabajar y las mujeres reinas de este hogar a preparar una decoraciones de boda o algo así... —se detuvo unos segundos y me miró confundido provocando que me pusiera alerta de inmediato—. ¿Quién se va a casar?

Sonreí para ocultar mi tristeza de él como ya era costumbre. Mis sonrisas para el abuelo escondían millones de lágrimas e impotencia por no saber qué hacer con su situación.

—En tres días más, yo me casaré con el gruñón más hermoso del mundo, abuelito.

Él rascó su calvicie mirándome a los ojos.

—Estoy seguro que... —me volvió a mirar y se detuvo mostrándome una sonrisa—. Nada, olvídalo. Mejor ve a tomar desayuno para que estés fuerte.

Sin darles más largas al asunto, obedecí su orden y fui directo a la cocina para prepararme algo.

Miré y miré por bastante tiempo el interior del refrigerador, mas, nada me parecía apetecible y todo me daba náuseas. Ayvie apareció a mi lado agitando su colita y con la lengua afuera.