La Obra De Aydin [02] TERMINADA✔️

Capítulo 38

Desde el lunes comenzamos con la actualización diaria❤️🤭

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Evie

La situación estaba complicada, tensa y asfixiante.

Y no era solo por estar secuestrada, que eso de por sí ya era un asco, sino que también lo era porque tenía que compartir el lugar con las dos personas más traicioneras, mentirosas y falsas del mundo.

Tuck y Adelina ni siquiera se dirigían la palabra mientras que yo estaba sentada en la otra esquina de la habitación. Sentía la extraña necesidad de cuidar de mis espaldas, uno nunca sabía cuándo podían enterrar el puñal por la espalda con tal de salir vivos y liberarse del loco de Miller. Aunque la garrapata no hacía mucha amenaza siendo que se la había pasado sollozando en silencio después de que se percató que no tenía escapatoria.

El contador doble cara solo se limitaba a observar la pared, en silencio, como niño castigado.

Instintivamente rodeé mi estómago con mis brazos mentalizándome que debía buscar cualquier forma u oportunidad para salir porque ya no era por mí, tenía otra razón de más peso para hacerlo.

Ya soporté un golpe por parte del psicópata hijo de Xavier, pero no iba a permitir que me pusiera una mano encima de nuevo, sobre todo por el hecho de que debía evitar golpes y patadas en mi estado. Era testaruda, mas, no masoquista.

—Ahí tienen su comida —un gordinflón que en mi vida pensaría atacar tiró el pan y tres botellas con agua al piso como si estuviera dándole comida a unos cerdos.

Miré el pan y estómago me rugió igual que un león hambriento. Si ponía en la balanza todo lo que estaba padeciendo, en el top número uno estaba el hambre, después le seguía el dolor de trasero y espalda para finalmente terminar con el mal servicio del secuestrador teniendo en cuenta que estaba bañado en millones.

Willy Miller era muy tacaño.

—Señor... —habló Adelina antes de que el hombre saliera.

—¿Qué? —espetó mosqueado—. ¿También quieres ir al baño?

Ella repasó su mirada pasando de mí a Tuck, ambos la evadimos con indiferencia.

—Bueno, yo... —se quedó en silencio y expulsó un resoplido resignado—. Si no es mucha molestia, me gustaría ir, por favor.

—Levántate —ordenó el hombre y se acercó a ella para tironearla de las manos—. Si llegas a planear cualquier cosa, ten en cuenta que no saldrás bien librada. Esta casa está repleta de criminales que estarán felices de castigarte con sus propios métodos para niñas tan bonitas como tú.

La garrapata se quedó enmudecida de inmediato y asintió repetidas veces con temor antes de que el hombre la sacara por completo de la habitación y cerrara la puerta metálica con seguro.

Como pude, me arrastré para tomar el pan y el agua, ya que seguía atada de manos y pies. Era vergonzoso y algo que nunca imaginé hacer, ni siquiera en la más locas de mis pesadillas, pero era lo que había y debía sobrevivir.

—Si quieres, puedes quedarte con mi ración —comentó Tuck hablando por primera vez en...

¿Horas? ¿Días?

No lo sabía, la noción del tiempo la había perdido hace bastante tiempo.

—¿Y tú que vas a comer? —alcé una ceja—. Digo, no es que me importe, pero cargar con la conciencia de que moriste de hambre por mi culpa no es muy grato que digamos.