Stuck in Love [ Drarry ]

Capítulo VII

A Harry le llevó unos diez segundos recordar dónde estaba y qué había pasado. Le tomó otros treinta segundos olvidarlo y distraerse con la forma dormida de Draco.

Su cabello estaba despeinado y esto trajo una pequeña sonrisa a la cara de Harry, pues a Draco le daría un ataque si viera su cabello en este momento. Todo en Draco se veía suave, no como el chico que había sido endurecido por la guerra. Sus labios también se veían suaves... besables.

— ¿Qué demonios? —murmuró Harry para sí mismo— Me he vuelto loco.

—Harry Potter finalmente admite la verdad para sí mismo. Parece que los milagros sí existen. —gimió Draco al despertar, para luego mirar a Harry.

—Oh, cállate, te prefiero dormido.

—Apuesto a que me prefieres en la cama. Contigo. —Draco le guiñó un ojo y Harry casi se le salen los ojos de sus cuencas.

— ¡No! ¡No es eso lo que quise decir! —la voz de Harry estaba llena de pánico. Pánico de que Draco pudiera tener razón.

—Digas lo que digas, Potter, todos sabemos lo que realmente estás pensando. —Draco sonrió con suficiencia.

—Estoy pensando que tu pelo es un nuevo look genial. Estoy seguro de que será la nueva tendencia de la moda. —Harry decidió que si Draco quería ponerlo nervioso, entonces podría seguirle el juego.

Las manos de Draco volaron hacia su cabello y sintió lo fuera de lugar que estaba. Intentó arreglarlo sin un espejo, pero sólo lo empeoró.

—Todo esto es culpa tuya, Potter. Estar cerca de ti ya me ha hecho más parecido a ti. Mi pelo es un desastre. ¡Probablemente se parece a tu nido de pájaros!

—Es Harry. —dijo Harry. No estaba seguro de por qué la distinción entre Potter y Harry parecía tan importante, pero lo era para él. Potter se sentía como algo frío e indiferente, y le recordaba a esos días cuando ellos se odiaban.

—Sé tu nombre de pila, es un nombre que he escuchado desde que era un niño. ¿Hay alguna razón para que me digas tu nombre ahora? —Draco sabía exactamente lo que Harry quería decir, pero quiso pincharlo un poco. Levantó una ceja y le dio una sonrisa ladeada.

—Llámame Harry. Por favor.

Draco actuaba tranquilo por fuera, pero por dentro estaba a punto de estallar de excitación o algo así. Siempre había querido tener esa confianza con Harry, pero cuando se conocieron eso parecía casi imposible.

—Sólo si me llamas Señor Malfoy, el mago más atractivo del mundo.

Harry hizo una pausa por un minuto antes de reírse a carcajadas. La mirada de ofensa en la cara de Draco sólo lo hizo reír más fuerte.

Pronto Draco se unió y se sentaron allí riéndose el uno del otro y de lo ridículo de todo.

—Bueno, estoy feliz de verlos a ambos de tan buen humor. —Madame Pomfrey apareció de la nada y las risas de los chicos cesaron.

—Sólo nos reíamos de lo terrible que se ve el cabello de Draco. —Harry respondió rápidamente, sólo para estallar en risas de nuevo.

— ¡No! No es cierto. Nos reímos de cómo Potter cree que yo no sabía que su nombre es Harry. —Draco respondió.

— ¡Eso no es lo que quería decir! Sólo te dije que puedes llamarme Harry.

—Entonces tú llámame Draco. Sé que tu pequeño cerebro puede tener dificultades con la pronunciación, pero estoy seguro de que lo conseguirás con el tiempo.