Stuck in Love [ Drarry ]

Capítulo XV

Draco no podía mover los brazos. O sus piernas. O abrir la boca.

Intentó gritar, pero salió amortiguado. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado?

— ¿Harry?

No hubo respuesta.

Sus brazos y su espalda lo estaban matando. Sus brazos estaban retorcidos detrás de él con fuerza y estaba tirado en el suelo en una posición dolorosa. Su magia se sentía explosiva. Le dolía.

—Estoy tan decepcionado de ti, Draco. —salió una voz de las sombras.

Draco trató de levantar la cabeza, intentó moverse de cualquier manera, pero era imposible. Reconocería esa voz en cualquier lugar.

Lucius se alejó de la pared donde las sombras lo cubrían. Llevaba una elegante túnica negra y el pelo peinado hacia atrás.

—Nunca pensé que un hijo mío se convertiría en semejante escoria. Enlazado con el Salvador. ¿Cómo has podido? No eres mejor que esos sangre sucia. —su voz era tranquila, pero tenía fuerza.

Draco se esforzó en incorporarse, pero sus intentos fueron inútiles.

— ¿Harry? —lo intentó de nuevo. Pero sólo su propia voz resonaba en su mente.

—Se suponía que debía sufrir y morir. Que viera lentamente cómo se desmoronaba su vida, que se marchitara. En el peor de los casos, se habría enlazado con la sangre sucia y yo podría haberlos matado a los dos a la vez. Pero mi propio hijo me traicionó. Salvar la vida de Harry Potter fue el mayor error que pudiste cometer.

Lucius se paseó alrededor de Draco, como si estuviera acechando a su presa.

—Me has planteado una situación muy singular. Al tenerte en mi poder, tengo el poder de matar a Potter en cualquier momento que me plazca. Trágicamente, eso significa acabar también con el linaje Malfoy, pero supongo que hay que hacer algunos sacrificios. Pero tenerte también me da la oportunidad de ver a Potter desmoronarse. Se desintegrará hasta quedar irreconocible sin su vínculo. —la voz de Lucius estaba llena de regocijo.

Draco cerró los ojos y buscó su magia. Estaba allí, pulsando lentamente, esperando su orden. La calmó... se sentía como Harry.

Se concentró en el hechizo que la amortiguaba. Imaginó que su magia deshacía el hechizo. Imaginó que Harry lo rescataba. Se imaginó abrazando a Harry con tanta fuerza que nunca lo soltaría. Draco podía sentir su magia luchando contra su padre. Y entonces el hechizo cedió.

— ¡Maldito bastardo! —gritó— Nunca tendrás el placer de ver a Harry desmoronarse, porque eso no es lo que él hace. Harry es fuerte, mucho más fuerte que tú. Es mucho más que tú.

Lucius dejó escapar una fría carcajada.

— ¡Oh, vaya! ¡Sólo has necesitado dieciocho años para plantarme cara! Estoy muy orgulloso de ti, Draco, pero es terrible que no llegues a vivir lo suficiente como para disfrutar de tu osadía.

Aunque las palabras eran sarcásticas, una fuerte punzada atravesó a Draco. Siempre había querido que su padre estuviera orgulloso de él.

—Como si tú pudieras hablar —dijo Draco con burla, usando todo el entrenamiento Malfoy que tenía— cuando tú nunca has sabido hacerlo. Te has pasado toda la vida lamiendo los zapatos del Señor Tenebroso. Nunca tuviste las agallas para estar solo. Incluso ahora, dependes de Greyback.

La ira brilló en los ojos de Lucius.

—No me hables así. No tienes ni idea. Siempre has tenido la cabeza en las nubes. Lo único que te importaba era Harry Potter. Siempre era Harry Potter esto y Harry Potter aquello.