Real Love

Mentiras

Bueno aquí tenéis el nuevo capítulo. No seáis duros con Matt e intentar poneros en su lugar :*

Dolor: Del latín dolor. Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa exterior o interior.

Aún no sabía cómo había podido conducir hasta el piso. Le costaba respirar y en algunos momentos el dolor era tan grande que su vista se nublaba. Cuando entró y vio que el ascensor estaba averiado quiso llorar y quedarse allí tirado. Le tembló todo el cuerpo ante la idea de subir las escaleras hasta un sexto piso en su estado.

Agarró la baranda y poco a poco fue dando pasos. Un dolor sordo se extendía por todo su costado derecho. No podía respirar profundamente y le dolía al moverse. Le dolía parado, le dolía de pie, le dolía cuando se tenía que sentar a descansar y juraba que le iba a doler cuando se tumbara.

Se tuvo que parar, casi tirarse al suelo del dolor, cuando llegó a la cuarta planta. No podía más creía que sus pulmones iban a estallar. La sangre le bombeaba dolorosamente a la cabeza pero lo que le dolía por encima de todo aquello era el orgullo y su corazón. No entendía como Takeo le podía haber rebajado tanto, como le podía haber tratado así.

Las lágrimas empezaron a salir otra vez. Se tumbó en el rellano, no podía más necesitaba descansar...

Tai acababa de llegar de tomarse una copa con sus amigos y maldijo al de mantenimiento al ver el ascensor estropeado. Últimamente se pasaba más tiempo estropeado que arreglado. Tomó aire y empezó a subir las escaleras. Tai estaba en forma pero seis pisos cansaban a cualquiera.

Se quedó de piedra cuando llegó a la cuarta planta. En mitad del rellano estaba tirado Matt. Parecía que respiraba con dificultad.

-¡Matt!- se arrodilló a su lado. El aludido entre abierto un poco sus ojos para ver al moreno.- ¿Qué te pasa?

-A...yu...da...me.- le pidió.

Ni se lo pensó dos veces. Ayudó a incorporarse al rubio quien gimió de dolor. Colocó un brazo del rubio por encima de sus hombros y tiró de él hasta ponerlo de pie.- Venga, poco a poco.- le animó.

Salvar las dos plantas que les quedaban fue más complicado de lo que el moreno creyó. A Matt le pasaba algo en el costado, algo que le dolía muchísimo. El moreno buscó las llaves del piso del rubio y entraron, intentando no hacer ruido porque TK dormía.

Cuando dejó a Matt en el sofá éste no pudo evitar un pequeño grito de dolor. Había caído un poco mal sobre el sofá. Se llevó una mano al costado. Tai se arrodilló enfrente de él.- ¿Puedo?- le pidió pero para su sorpresa el rubio negó. El moreno suspiró.- ¿Puedo hacer algo? ¿Te ayudo a llegar al cuarto?- Éste asintió.

Volvió a medio cargar al rubio pero antes de llegar al cuarto Takeru salió del suyo. Vio a su hermano y miró al moreno.- ¿Qué ha pasado?

-Nada...- dijo el rubio. Se estaba empezando a marear por el dolor.- Tai... lleva...

No pudo terminar porque se desvaneció. El moreno lo agarró como si fuera un matrimonio de recién casados y lo llevó hasta la cama del rubio. Takeru fue a su lado.- ¡Matt!- Le llamó el menor de los hermano.

-Espera...- dijo Tai y llevó sus manos hasta la cazadora del rubio. La abrió y después levantó la camiseta de éste.

Ambos miraron sorprendidos. Casi todo su lado derecho presentaba un moratón de un morado muy oscuro.- ¿Cómo se ha hecho esto?- preguntó horrorizado el menor de los hermanos.