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22 de septiembre de 1994.
No iniciaré con el típico "Querido diario", ya que esto es estúpido y lo más probable es que esta sea la primera y única vez que haré esta tontería, y es seguro que a partir de mañana ocuparé esta libreta para usos educativos, obviamente, antes de destruir esta estúpida anotación.
Como sea... necesito el uso idiota de esta libreta, como aquellas chicas que caminan con su diario en mano por los pasillos de Hogwarts, pensando que las hacen ver personas diferentes y misteriosas, cuando en realidad no son más que unas bobas. Escribiendo cosas cursis y empalagosas acerca del chico que les gusta, su crush. Que asco.
Pero aquí estoy, a punto de escribir acerca de esta chica de cabello sedoso, casi perfecto, un aroma encantador y embriagante. Que, lastimosamente no escuché su nombre ya que estaba más interesado en verla a ella, sus gestos y su extraña, pero delicada manera de correr uno que otro rebelde mechón que caían por su cara, bloqueándole un poco la visión.
Como era de esperarse, no solo llamó mi atención, sino también la de varios, provocando un pequeño sentimiento de ira en mí.
Quizás Zabini tenga razón y tan sólo es que quiero tener una salvaje noche con ella, es decir, tengo quince años, es normal. Nada del otro mundo. Zabini dice que la perdió en verano con una chica sangre pura de su vecindario, dijo que sintió lo mismo que yo cuando la vio por primera vez, pero que una vez que pudo tener relaciones con ella, cualquier clase de interés que alguna vez tuvo por aquella chica, se esfumó. Sólo era eso. Coger.
Haré que ella tenga relaciones conmigo, suena mal, sí, pero tampoco la obligaré, tampoco soy un abusador. Pero, es decir, ¿quién se negaría a pasar una excelente noche conmigo? Soy Draco Malfoy, esto va a ser fácil, como un juego.
Una vez que tenga eso con ella, estos absurdos sentimientos desaparecerán. De aquella extraña, completamente desconocida.
