El ruido de la lluvia golpeaba contra las ventanas del departamento. No hacia frío, pero Jungkook se sentía congelado.
A pesar de los lindos momentos que vivía al lado de su novio día a día, no podía evitar deprimirse de vez en cuando. A pesar de que su psicóloga lo ayuda mucho, aun no puede evadir los sentimientos de odio hacia él mismo, sigue sintiéndose insuficiente para su novio, continua sintiéndose inútil, aun siente la presencia de su padre al lado suyo, sigue odiándose.
Jeon acaricia sus muñecas mientras mira la lluvia en el alfeizar que se encuentra debajo de la ventana. Taehyung había salido, aun con esa fuerte tormenta, a hacer la compra semanal.
El pequeño castaño intenta calmarse dedicándose palabras de aliento. No podía recaer ahora, llevaba semanas sin lastimar alguna parte de su cuerpo. Sabía que si no se hacia daño Kim lo recompensaría con mimos, pero... ¿Eso era suficiente para acallar las voces de su cabeza?
-¡Ya volví, pequeño!- Gritó el mayor mientras ingresaba a su departamento cargado de cuatro bolsas, pero el omega no parecía haberlo escuchado. -¿Jungkook?- Llamó nuevamente luego de dejar las bolsas en la entrada.
Recorrió el departamento mirando de un lado a otro, había ocasiones en las que el menor temía de las tormentas y tendía a esconderse debajo de los muebles. Finalmente llegó a la habitación que le correspondía a Jeon, la cual era usada como un ropero actualmente, y allí lo vio. Tan precioso, pensó.
Se acercó más y fue ahí cuando se percató de las lagrimas que inundaban el rostro de su hermoso novio, preocupado corrió hasta el contrario, sorprendiéndolo con un fuerte abrazo.
-¿Hyung..?- El castaño menor no entendía lo que sucedía, se había sorprendido más no había negado aquel cálido abrazo, sintiéndose nuevamente abrigado en los fuertes brazos de su hyung.
-¿Sabes que te amo mucho?- El contrario rió, había veces en las que su alfa se volvía extremadamente dulce. Le encantaba sentirse amado.
-Lo sé, me lo dices siempre- Acarició los largos y enrulados cabellos de su pareja. -Pero.. ¿Puedes decirlo de nuevo?
-Te amo, Jeon Jungkook- Se separó levemente del cuerpo del omega. -Te amo más que a mi propia vida- Llevó su mano a la mejilla contraria, eliminando aquel rastro de lagrimas. Se dio cuenta, pensó Jeon. -Eres lo más precioso de mi vida y no quiero que por nada en el mundo te sientas mal, recuerda que si tu estas mal yo también lo estoy- Sonrió con ternura, recordandole el hecho de que, a pesar de no estar enlazados con un nudo aun podían sentir muchos de los sentimientos del otro. -Y sabes que no estas solo, me tienes a mi y a los chicos, tu nueva familia- Fue entonces cuando Jungkook no pudo contener sus lagrimas.
Lloró.
Lloró aferrándose al pecho de Taehyung.
Lloró por todo lo que no había soltado en su momento.
Lloró recordando a sus padres, el odio en sus miradas, los abusos que había sufrido por parte de los mismos.
Lloró al recordar a su niñera, a quien consideraba un padre.
Lloró por ser tan débil, por preocupar a todos sus amigos.
Simplemente lloró hasta quedarse sin lagrimas.
Si me disculpan me voy a llorar, permiso ah
Bueno, aún así espero que les haya gustado el capitulo..
Decirles que me hace feliz, pero a la vez me pone mal, que ustedes se sientan tan identificados con lo que escribo..
Así que, si estas pasando un mal momento.. Ven *Besito* Yo te cuido, baby
Todo va a estar bien uwu
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𝙰𝚖𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||³
Fanfiction-𝗠𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗞𝗼𝗼- 𝖭𝗈 𝗉𝗎𝖽𝗈 𝗍𝖾𝗋𝗆𝗂𝗇𝖺𝗋 𝖽𝖾 𝗁𝖺𝖻𝗅𝖺𝗋 𝗒𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗅 𝗆𝖾𝗇𝗈𝗋 𝗌𝖾 𝖺𝖻𝖺𝗅𝖺𝗇𝗓𝗈́ 𝖺 𝗌𝗎𝗌 𝖻𝗋𝖺𝗓𝗈𝗌, 𝗎𝗇𝗂𝖾𝗇𝖽𝗈 𝗌𝗎𝗌 𝗅𝖺𝖻𝗂𝗈𝗌. -𝗧𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗺𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗧𝗮𝗲𝗧𝗮𝗲- 𝖲𝗈𝗇𝗋𝗂�...