IX

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Ambos castaños se encontraban en aquella aula abandonada, aquel lugar que habían decidido apropiar.

Taehyung tocaba alguna que otra melodía para su novio, pues claro, no había dejado su afición por aquel instrumento, aunque ahora se diferenciaba en que tenía a su lindo castañito tarareando las canciones que él tocaba.

-¿Sabes?- Habló Kim. -Nunca te he cortejeado- Habló riendo mientras dejaba de tocar aquellas teclas blancas para así dedicarse a mirar el bello rostro de su omega.

El menor lo miró curioso, soltando una leve risa. 

-¿Entonces qué esperas para hacerlo?- Sonrió con superioridad mientras se apoyaba en el piano, provocando al mayor.

Jungkook se había vuelto, poco a poco, en todo un provocador. Conocía los puntos débiles de su novio y los usaba constantemente a su favor. A pesar de esto no habían llegado a nada más que besos fogosos, Jeon era quien constantemente intentaba forzar la situación, subiéndose al regazo de su alfa y frotando levemente su cintura con la contraria. Ya dije, todo un provocador.

El pobre de Kim solía recurrir a su gran amiga manuela, pues no quería hacer daño al menor.  Yoongi, como buen amigo y adulto que era, le advirtió que no se haría cargo de ningún cachorro que pudieran tener, recomendándole tener su primera vez en cualquier momento menos en el celo de alguno de los dos, pues seguramente terminarían con un tercero. Claramente aquello asustó al castaño de tan solo 18 años.

Dejando ese tema de lado. El alfa se levantó de su asiento y se dirigió hacía Jungkook, quién se encontraba sobre el instrumento, como solía hacer.

-Entonces, mi querido y hermoso novio Jeon Jungkook- Comenzó a decir, mientras extendía una de sus manos y la otra la apoyaba tras su espalda, inclinándose levemente, casi como un príncipe. -¿Acepta tener una cita conmigo, permitiéndome contejearte?

-¿Pueden dejar de ser tan melosos?- Una tercera voz se escuchó en aquella aula. Era Jimin, quien se apoyaba levemente sobre el marco de la puerta manteniendo una leve sonrisa.

-¿Celoso?- Preguntó Taehyung con una sonrisa pícara.

-Celoso deberías estar tú. Jungkook, alguien te dejó ésto en tu banco- Dijo extendiendo una bolsa llena de dulces en forma de corazón.

Debido a la costumbre, el menor se giró en dirección a su novio, pero al ver la sorpresa en su rostro se dio cuenta de que él no había sido el causante de aquel regalo.

-¿Viste quién lo dejó?- El castaño menor se sentía curioso. Desde hace un par de semanas, ciertos días, recibía regalos. Al principio no le dio importancia, pues supuso que se debía a Taehyung, sin embargo ahora había confirmado que no era él.

-No había nadie, ni siquiera algún olor en particular..- Habló Park encogiéndose de hombros.

-Pues ya que, habrá que comerlos- Jeon nunca negaría la comida.

La comida es comida. La comida es arte. La comida es amor.

-No- Aquella voz fuerte y gruesa resonó por el lugar.

-Uy, habló Chernobyl- Aunque el rubio lo dijo con el fin de suavizar el ambiente, lo único que logró fue que el ambiente fuera aún más tenso.

Taehyung le dedicó una mirada de furia, indicándole que su lugar ahí sobraba. Y con pasos lentos, Jimin salió de aquella aula.

-¿Por qué estas celoso?- Jungkook encaró a su novio.

-¿Por qué crees? Alguien te está dejando regalos y no soy yo- Bufó molesto a modo de respuesta.

-¿Y eso qué? ¿Piensas que soy un enamoradizo que con unos simples regalos que voy a enamorar?- Jeon soltó molesto con la situación. -¿Acaso no confías en mí?- Siguió sin permitirle el hecho de hablar al alfa. -¿Pues sabes qué? Debería empezar a ver como te ven todos esos omegas, deseándote con la mirada ¡Y tú permitiendoles!- Una vez das cuerda, no hay modo que pare; exactamente eso había sucedido con Jungkook, en ese momento se encontraba soltando todos sus celos retenidos. -¿Por qué no me exhibes? ¿Por qué no me presumes? ¿Acaso soy tan poco para un alfa como tú? ¿No soy suficiente?- Y ahí se encontraban de nuevo. Aquellas inseguridades que no lo dejaban dormir. 

Taehyung solo podía mirar como el omega se desahogaba, como lágrimas comenzaban a brotar por sus ojos, como él no hacía nada. Como siempre. 

Se sentía tan mal de no poder apoyar o animar a su omega, lo único que lograba era lastimarlo cada vez más.

-¿Sabes qué?- El menor siguió hablando al no recibir respuesta. -Me voy-

Kim solo lo pudo ver marchar.













Jojojo..

Les dije ah

𝙰𝚖𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora