Y así es como, luego de enterarse de que su pequeño estaba algo decepcionado, se pasó todo el fin de semana pensando en una propuesta indecente. Ah no, así no era. En una propuesta de mano, bueno tampoco tanto, pero así lo sentía el alfa. Sentía que iba a casarse, ¡Era muy joven para tener cachorros! Pero tal vez no era tan joven para practicar como embarazar a su futuro novio.
El caos en la cabeza del alfa era increíble, pensamientos de un futuro con aquel bello omega con olor a jazmines no dejaban de recrearse por su cabeza, produciendo una sonrisa boba en su rostro.
Pero ahora eso no era importante, lo importante era que ya era lunes, es decir, el día de su declaración. Le había pedido ayuda a Jimin mientras su pequeño dormía en las noches, además había tenido que sobornar a su amigo rubio con dos kilos de helado ¿Cómo diablos se mantenía tan delgado?
Los dos castaños entraron a la institución tomados de las manos. Tal y como habían acordado, Jimin se acercó corriendo al menor de todos.
-Kookie! Qué bueno que ya estés bien, ven mira!- Dijo tomando su mano, alejándolo de Kim, quien se hubiera molestado si no hubiera sabido del plan. -Pintaron el salón de Tae- Así le decían a aquel salón donde el alfa tocaba el piano. -Tienes que verlo, realmente quedó genial- El menor dudó un rato pero asintió, y dejando la mochila a cargo de su... De Taehyung, salió caminando con un rubio muy emocionado.
Kim suspiró frustrado cuando ya no sintió el aroma de su omega pero aquello era una señal, controlando su reloj salió corriendo por los pasillos de la institución. Tenía que llegar a aquel salón en menos de 2 minutos, tenía el recorrido hecho, lo habían planeado todo con Park.
Sonrió orgulloso cuando notó que había cumplido con el tiempo y cuando escuchó las voces de los dos omegas se escondió detrás de su preciado piano.
-¿Jimin?- Preguntó cuando notó todo el salón a oscuras, el contrario solo le respondió con un ruido. -¿Por qué todo está oscuro? ¿Cómo quieres que vea la pintura?- Se había molestado un poco porque se sentía estafado. Park solo soltó un sonrisa dulce y salió del salón dejándolo sólo ahí.
Decir que Jeon no tenía un poco de miedo sería mentir.
-¡Park, qué diablos haces!- Habló algo exaltado por el repentino abandono.
-¡Me deben una grande!- Fue lo último que gritó antes de irse. Jungkook no entendía nada.
-Hey...-Llamó alguien desde atrás mientras las luces se prendían, cegándolo por un segundo. A pesar de haber reconocido aquella voz no pudo evitar sorprenderse, soltando un grito bastante agudo.
-Diablos, Kim- Una de sus manos estaba aferrada a su corazón. No sabía si sus latidos eran por el susto o por ver a Taehyung con un ramo de rosas. -¿Qué...?- Estaba sorprendido, eso era algo seguro.
Kim Taehyung, el mismo Kim Taehyung que minutos atrás había dejado a la entrada de la institución ahora se encontraba ahí parado, con un ramo de rosas, una sonrisa radiante y emanando su aroma por todo el lugar, mezclándose con el del menor. Jungkook se sonrojó al sospechar lo que el mayor haría.
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𝙰𝚖𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||³
Fanfiction-𝗠𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗞𝗼𝗼- 𝖭𝗈 𝗉𝗎𝖽𝗈 𝗍𝖾𝗋𝗆𝗂𝗇𝖺𝗋 𝖽𝖾 𝗁𝖺𝖻𝗅𝖺𝗋 𝗒𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗅 𝗆𝖾𝗇𝗈𝗋 𝗌𝖾 𝖺𝖻𝖺𝗅𝖺𝗇𝗓𝗈́ 𝖺 𝗌𝗎𝗌 𝖻𝗋𝖺𝗓𝗈𝗌, 𝗎𝗇𝗂𝖾𝗇𝖽𝗈 𝗌𝗎𝗌 𝗅𝖺𝖻𝗂𝗈𝗌. -𝗧𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗺𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗧𝗮𝗲𝗧𝗮𝗲- 𝖲𝗈𝗇𝗋𝗂�...