17. La Isla - Zaintsee Terminada

Capítulo tres

Los días fueron pasando y la amistad entre Saint y Tommy se hizo más fuerte, así como también la atracción entre el castaño y el otro mellizo.

Eso traía a ambos un poco nerviosos pues para Saint era nuevo el que un chico le gustase y para Perth, era todo lo contrario pues el sentirse entre dos chicos que le gustaban, no le había traído muy buenas cosas.

Con el tiempo Tommy, ya vio inminente el perder la amistad del castaño como un día le sucedió con Pen y a pesar de que había advertido a Saint, nada parecía evitar que su hermano y este acabasen juntos.

Estaba triste pues realmente se divertía con el castaño, ya que se habían hecho inseparables y además de que tenían gustos en común, se habían caído genial.

Cuando ya llevaban un mes de amistad, un día, uno de sus profesores les puso un trabajo en grupo y a los tres chicos les tocó juntos.

Saint se pasó varias tardes yendo a casa de los mellizos después de clases y así poder hacer el trabajo, cosa que al vecino de estos no le agradó pues notaba a su novio muy aplicado en el estudio cuando antes mi le importaba si hacia las tareas o no.

Había miradas, roces, sonrojos y piropos, que se sucedían ante la atenta mirada de Tommy, el cual varias veces se molestó con su hermano para que parase con su actitud.

Una tarde antes de terminar el trabajo, Win irrumpió en la casa muy molesto pues al parecer había quedado con Perth y nuevamente lo había plantado.

…—Así qué eres tú, ¿Podrías dejar de zorrear con mi chico?—preguntó el rubio entrando en el salón donde estos estaban y acto seguido empujó a Saint haciéndolo caer de la silla.

Rápidamente Perth y Tommy se apresuraron a ayudarle y eso enfadó más a Win, quién agarró del brazo a su novio y lo llevó hasta el pasillo.

—¿Qué demonios te ocurre?, ¿Estás loco?

—No, no lo estoy...te gusta este mosquita muerta, lo sé y por eso estás aquí y no en el cine conmigo.

El moreno se dio un golpe en la frente.

—Oh joder, lo olvidé, cariño...es que teníamos que terminar est....

—No me des más escusas Perth, a ti te importa muy poco ese estúpido trabajo...admitelo, te gusta ese tipo y quieres dejarme...vas a hacer lo que le hiciste a Pen conmigo.

El moreno negó, aunque sabía que su novio no se estaba equivocando en mucho.

—No, nada de eso, cariño...yo estoy contigo y Saint no me gusta ni nunca lo hará, no es para nada de mi estilo y lo sabes.

El rubio secó sus lágrimas.

—¿En serio?, ¿En verdad no te gusta?

Perth negó.

—No, para nada...es solo que el entrenador me dijo que no puedo descuidar los estudios o no me dejará jugar en los próximos partidos—mintió.

Win entonces sonrió y se acercó a este, el cual lo estrechó entre sus brazos.

—Anda ve a tu casa y esperame allí, pronto iré y te compensaré, ¿Ok?

Este asintió y tras besarse se fue.

Perth llegó al salón de nuevo y entoces se encontró con un cabizbajo Saint y un molesto Tommy.

—Bueno, ¿Por dónde íbamos?—habló sentándose nuevamente en su lugar.

El ambiente estuvo enrarecido durante los veinte minutos más que estuvieron con el trabajo y cuando llegó el momento de iré a casa, el castaño solo recogió sus cosas en silencio y se fue.

...—Joder hermano, te has pasado— recriminó el mellizo menor.

—Oye, lo siento pero no que querías que hiciera, ya conoces a Win.

—Si lo sé pero que hay de Saint, está claro que le gustas y si no ibas a corresponderle, podrías al menos no haber dado pie a esto.

El moreno suspiró con pesar.

—Lo sé pero es que no sé que me pasa con él, lo cierto es que mentí, si me gusta pero no quiero lastimar a Win y no quiero hacerte daño a ti hermano, ¿Y si esto no funciona?.

Tommy asintió con resignación.

—Lo sé, sé que te gusta mucho, te conozco y es normal, Saint es genial pero oír lo que oyó, le ha dolido mucho y aunque no me lo dijese con palabras, yo sé que te quiere y es de verdad.

—Joder, no sé que hacer Tommy.

El más joven resopló y le dio una palmada en la espalda a este.

—Oye, sé que te dije que no quería que te fijases en Saint pero creo que no puedo pedirte eso... no puedo interponerme entre vosotros, si eso os hago sufrir... no quiero eso.

—Hermano, ya no creo que quiera nada conmigo, seguro me odia—habló Perth cabizbajo—…¿Además qué haré con Win?.

—¿Quién te duele más que te deje de mirar?, ¿Por cuál de ellos sientes más?—preguntó Tommy recogiendo sus cosas para irse a su habitación y jugar con su videojuego favorito—…Piénsalo bien, hermano y luego actúa, no te precipites.

....

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