Capítulo veintitrés

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Un nuevo día amaneció y tras desaparecer nuevamente, Zee se pasó la mañana en el lugar que había descubierto.

Saint se aseó, comió su ración y acto seguido decidió dar un paseo por la playa mientras ordenaba sus ideas, luego de que las mujeres le dijesen una y otra vez que hablase con el moreno.

Estas seguían creyendo que eran pareja, él no las había desmentido y la verdad no sabía porqué no lo había hecho.

El tenía una pareja y ese era Perth su novio desde hacía cadi cinco años y el único hombre al que había amado.

…—Esto es ridículo, Zee y susurró incrédulo—…yo jamás podría fijarse en un ser tan egoísta y egocéntrico.

Cerca del mediodía, este miraba había el mar concentrado en sus pensamientos cuando una conocida voz lo sacó de ese estado.

—Hey, estabas aquí, te he estado buscado.

El castaño chasqueó la lengua con fastidio tras girarse y ver al moreno tras él.

—Oye, creí que no querías hablarme ni estar cer a mío...yo lo cumplo, no puedo decir lo mismo de ti.

—Si bueno, siento haberte dicho todo eso, lo cierto es que estaba molesto y lo pagué contigo—se disculpó este

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—Si bueno, siento haberte dicho todo eso, lo cierto es que estaba molesto y lo pagué contigo—se disculpó este.

Saint soltó un suspiro y caminó hasta los árboles pero entonces reparó en que este lo estaba siguiendo.

—Deja de molestarme, por favor.

Zee negó y se acercó a este, entonces se puso de rodillas y tras cogerle la mano derecha se la besó

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Zee negó y se acercó a este, entonces se puso de rodillas y tras cogerle la mano derecha se la besó.

—Perdóname, vamos...lo siento, ¿Ok?, no soporto verte así...me parte el alma saber que me odias.

El castaño suspiró profundamente, mientras numerosas cosquillas agitaban su estómago.

—Yo no te odio, es solo que tu dijiste...

—Lo sé, sé lo que dije le interrumpió el moreno levantándose—…no hablaba en serio, es solo que me da miedo.

Saint lo miró confuso.

17. La Isla - Zaintsee TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora