Las mujeres fueron a la cascada y a pesar de que le insistieron una y otra vez, Saint se negó a acompañarlas.Este se quedó en la cueva llorando mientras permaneció tumbado mirando al techo.
...—Eres un tonto, ¿Cómo pudiste pensar que el querría ser tu amigo?, maldita sea soy tan idiota siempre me llevo decepciones esperando mucho de los demás...Perth me haces tanta falta, Sammy, Tommy, vosotros también...esto es un maldito infierno.
Mientras en la playa, Zee se metió en el mar y nadó hasta agotarse, luego siguió corriendo hasta quedarse sin aliento y finalmente optó por ir a la cascada.
El castaño no salió de sus pensamientos en ningún momento, su cara de decepción mientras le había dicho todo, lo atormentaba y se maldecía por ser tan cobarde y no tener la valentía de hablar de frente.
Al llegar a la cueva para coger su ropa, este se encontró a Saint dormido y a su lado el montón de ropa que había juntado.
Este se acercó y pudo ver que tenía las mejillas húmedas, por lo que soltó un profundo suspiro
—No ha ido a la cascada por mi culpa...joder, no debí haber sido tan duro con él...lo siento, precioso, sé que tu no tienes la culpa de nada, perdóname.
Luego de eso, se puso una ropa limpia pues estaba mojado, a continuación cogió su ropa y la del castaño y se fue a la cascada.
...—Hola muchacho, ¿Dónde está tu novio?, ¿Tampoco has podido convencerle?.
El deportista negó.
—No, está dormido.
Malai, una de las mujeres le cogió un poco de la ropa que este traía en las manos.
—Anda ven, deja que te ayudemos con eso.
Las demás mujeres terminaron con la suyas y tras atenderla sobre las ramas de los árboles, ayudaron también para terminar más pronto antes de las nuevas lluvias.
—¿Habéis discutido no?—preguntó Karen, una de las más mayores.
Zee resopló con pesar.
—Si, bueno podría decirse así.
—Oh venga no estés triste, es normal entre parejas...yo discuto con mi marido cada dos por tres y no pasa nada, llevamos cuarenta años juntos.
El más joven sonrió entristecido.
—Tranquilo, sois muy jóvenes pero se nota que os amais mucho...todos estamos muy nerviosos, es normal que los nervios nos traicionen.
El moreno iba a sacarlas de su error pero no lo hizo, dejó que estas siguiesen creyendo que eran novios pues de alguna forma eso lo recorfortaba y le gustaba la sensación.
Sabía que era enfermizo y nada ético pero era la única manera que se podía permitir y poder sobrellevar su pena y aliviar su culpa.
No quería asumir que le gustaba Saint y confesarselo por miedo a perderlo definitivamente pero estaba viendo que de ese modo lo había apartado igualmente y era mucho peor.
Era cierto lo que el piloto le había dicho, en ese lugar todo se intensificaba más pues tan solo llevaba unas horas alejado de Saint, sabiéndolo herido por sus palabras y se sentía como si hubiesen pasado días.
No sabía como iba a ser el resto de su estancia en ese lugar pero no le gustaba la sensación de saber que el castaño había llorado y que había opacado su sonrisa.
Era demasiada pesada esa carga sobre sus hombros y no sabía como haría pero tendría que aprender a sobrellevarla y aceptar su situación.
Tras terminar el trabajo en la cascada, todos regresaron pues el hambre apretaba ya.
Zee estaba dudoso de entrar pues no sabía si el castaño ya estaría despierto y podría soportar ver su cara de decepción de nuevo.
De repente vio que este salió y lo miró.
—Saint
—Gra-Gracias por llevar de mi ropa a la cascada, las mujeres me lo han contado pero no hacía falta.
—No importa no fue nad...
—Te agradecería que no sigas haciendo cosas por mi, como dijiste debo aprender a solucionar mis cosas.
El moreno negó.
—Si bueno, yo no qu....
—Déjalo ¿Ok?, este inútil se las arreglará.
—Nunca dije que eras un inútil, Saint.
El castaño le hizo un ademán con la mano para que ya no dijese nada más.
—Es lo mismo pero tranquilo, ya lo pillé...en fin, gracias por lo de la ropa pero ya no hagas nada más por mi, por favor.
Luego de eso, el castaño entró de nuevo en la cueva, dejando a este con un gran nudo en el estómago.
—Oh joder, que he hecho.
Este se pasó todo el resto del día pensando y buscando la manera de hacer sonreír de nuevo a Saint, ya que verlo de esa manera no le había gustado lo más mínimo.
No sabía si este lo acabaría perdonando pero al menos quería intentarlo, ya no quería estar lejos de él, ni tampoco dejar de hacer cosas por él, el tenerlo lejos y enfadado, era aún más tortuoso que tenerlo a su lado.
—¿Y si le construyo otro columpio mejor?—Susurró echando a andar hasta la zona donde estaban estos—…si, tengo que hacer algo para que vuelva a sonreír.
.....
No olvidéis votar y comentar
ESTÁS LEYENDO
17. La Isla - Zaintsee Terminada
FanfictionUn repentino accidente de avión, pondrá en suspenso la vida de dos chicos que apenas se conocían de vista. Ambos tienen pareja y esa situación les hará replantearse muchas cosas, dándoles la oportunidad de conocerse y conocer nuevos sentimientos. Ze...