My Best Friend's Crush | HOONSUK [훈석]

03

Luego de haber pasado un rato con Mashiho, Hyunsuk había llegado a su hogar.

– ¡Estoy en casa! – anunció mientras se quitaba sus zapatos en la entrada.

Se sintió extrañando cuando no recibió respuesta de su madre, por lo que al adentrarse, comenzó a buscarla y aunque no era ella, dio con su hermano menor quien se encontraba mirando la televisión mientras comía un pedazo de pastel de fresas.

– Doyoung, ¿Mamá ya se fue al trabajo? – preguntó llamando la atención del menor, quien se llevaba un pedazo de su pastel a la boca.

– Ah, no. Ella fue a reunirse con alguien. Parece que por fin tendremos un inquilino para el pequeño apartamento de arriba – respondió mientras masticaba.

La pequeña familia de Hyunsuk constaba de 3 personas, su madre, su hermano y él. El padre de ambos murio cuando Hyunsuk tenía 13 años y Doyoung 10 en un accidente automovilístico. Desde entonces su madre se ha hecho cargo de ellos trabajando sin descanso en un turno no turno de una tienda de convivencia. Hyunsuk quería ver a su madre descansar un poco, sabía que no era fácil criar a ambos chicos sola, por lo que le sugirió que el pequeño apartamento que se encontraba en la parte de arriba de su casa podía encontrarle un inquilino y así podría reducir sus horas de trabajo. A pesar de que muchas personas se interesaron, era un espacio bastante pequeño, por lo que se les había hecho muy difícil lograr que alguien llenará el contrato.

– Sería genial si al fin mamá consiguiera un inquilino. – dijo mientras caminaba hasta el sofá. Se tumbó al lado de su hermano quién lo miraba curioso.

– Si... por cierto, ¿Qué estabas hablando con Park Jihoon en el pasillo de la escuela? – soltó repentinamente haciendo que Hyunsuk soltará un suspiro.

– ¿Y tú como sabes que estaba hablando con él?

– Salí unos minutos antes del salón porque estaba en la oficina del director entregando un mandado de mi profesor y te vi de lejos con ese idiota. ¿Te gusta ese baboso?

Hyunsuk no pudo evitar poner cara de asco al escuchar a su hermano, quién comenzó a reír mientras colocaba su plato vacío en la pequeña mesita que estaba frente a ellos.

– A ti te gusta el cerebrito que va adelantado al grupo de Mashiho ¿no? – Las mejillas de Doyoung comenzaron a tornarse de color rojo – ¿Cómo se llama? – Hyunsuk comenzó a chasquear los dedos intentando recordar el nombre – ¡Ah, Yeda– El pelinegro no pudo terminar la oración porque fue impactado en el cara por un cojín. – ¡Oye!

– No me has respondido lo que te pregunté – dijo para evadir el tema, sabía que su hermano conocía sus sentimientos por aquel chico, pero era un tema que evitaba tocar.

– ¿Acaso dos personas no pueden hablar en un pasillo escolar sin que sea algo romántico? Obvio no me gusta Jihoon, Dobby.

– ¿Segurito? – Hyunsuk tomó el cojín que le había lanzado, y se lo estampó en la cara a su hermano.

– ¡Segurísimo!

Ambos continuaron hablando durante horas, a pesar de ser hermanos, en el instituto casi nunca cruzaban palabras ya que ambos tenían sus amistades. El tiempo paso y estaban tan sumidos en su conversación que no escucharon cuando su madre llegó.

– ¡Chicos, mamá esta en casa! – la Sra. Choi se dirigió hasta sus hijos que se encontraban en el sofá – ¡Parece que está vez lograremos tener un inquilino! – exclamó tomando asiento en el mueble que quedaba a un lado del sofá.

– ¿Qué te pareció este? – preguntó Hyunsuk mientras inevitablemente sonreía.

– Al principio estaba un poco dudosa, pero al conocer al chico quede encantada. Sus padres se mudarán de ciudad, pero él quiere permanecer aquí en Seúl, por lo que sus padres decidieron buscarle un pequeño apartamento.

– ¿Es universitario? – pregunto el menor, a lo que su mamá negó.

– Todavía esta en penúltimo año, por eso dude por un segundo, pero realmente es un chico encantador. Se ve que es muy responsable.

– ¿Sus papás lo dejaran vivir solo con esa edad? Que loco.

– Tampoco es como crees Doyoung, llegamos a un acuerdo. Yo trataré de estar al pendiente y si veo algún movimiento extraño por su parte, le avisaré a sus padres para que lo vengan a buscar.

– Mientras sus padres se hagan cargo del alquiler, no creo que sea un problema eso ¿no? – dijo el mayor, a lo que su madre asintió. La señora se levanto colocándose frente a sus hijos, llevo sus manos a las cabezas y comenzó a acariciarlas. Lentamente las llevo a las mejillas y cuando menos lo esperaron, la señora los agarro por las orejas y les dió un tiron.

– ¡Ah, mamá! – dijeron ambos al unísono.

– ¿Quién de los dos se estuvo comiendo mi pastel de fresas?

– ¡Fue Hyunsuk hyung!

– ¡Fue Doyoung!

Ambos respondieron a su vez, mientras llevaban sus manos a sus orejas que se encontraban rojas.

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