Amorío secreto [Jeff × Toby]

Capítulo 3: Preocupaciones

Narra Toby
Estábamos sobre un edificio, charlando un poco sobre nosotros. Admito que había sido difícil pedirle a Slender cuidar la zona todo el tiempo. Y eso había sorprendido a todos. ¿Quién en su sano juicio querría trabajar toda la noche sólo porque sí? Pero, al parecer nadie se quejó. Aunque sí preguntaron el porqué, recibiendo un "¿No quieren que lo haga o por qué preguntan?" A lo que todos me dejaron en paz. Claro, había demasiada desconfianza. Notaban como día tras día mi alegría crecía. Mis ojos se iluminaban. A decir verdad, me sentía muy bien. Pero había un problema. Una ansiedad inmensa me consumía todas las mañanas. Donde se supone que debería dormir. No podía descansar. Por suerte no me mataba. Pero me tenía algo atontado y mis reflejos habían ido en picada al igual que mis rápidos movimientos que ahora eran como el caminar de un jodido anciano. Mis ojeras eran muy notorias. Parecía un demente y aún así, recibía cumplidos de aquél chico por el que me desvelaba.
J: Ahora te pareces a mí con tus ojeras, has de estar orgulloso.-Habló con seguridad haciéndome reír y asentí.
T: Me esforcé para lograrlo.-Respondí, comiendo de la comida china robada.- Joder, me enfermaré por tu culpa...-Reí.
J: Ah, vamos, ¡sabe genial!-Sus pies se movían en el borde, parecía que le daba igual caer. Era sorprendente, tomando en cuenta que moriría si hacía un error. Él no podría vivir para siempre. Eso me preocupaba. Hacía que siempre que creyera que lo lastimarían, me pusiera en medio. Lo quiero y si yo no muero, ¿Por qué no lo salvaría? No pierdo nada con hacerlo pero si no lo hago, lo pierdo a él. A mi único amigo.
J: Mierda, esto no es pollo.-Se burló tirando aquél trozo de comida. Le sonreí por eso, en verdad me agradaba.- Oye... ¿Crees que sea buena idea estar sobre un edificio abandona—
Y de un momento a otro se escruchó como el piso temblaba y el edificio crugía.
T: ¡Mierda! Vámonos.-Tomé su mano rápido y dejé que la comida cayera mientras escapábamos con velocidad, estaba preocupado. Si el edificio colapsa... Jeff... No puedo ni pensarlo. Cerré mis ojos con las manos temblando. Mierda. Si le pasa algo, habrá sido mi culpa. Yo lo sugerí, yo... Debo salvarlo. Lo cargué como un príncipe y corrí lo más rápido que pude, evitando los escombros que caían. Él se cubría en mi pecho, parecía estar algo asustado igual. Sólo un poco. Pero se notaba preocupado. No me gusta eso...
Al llegar al segundo piso vi que no había salida y lo cubrí con mi suéter.
J: ¿Q-qué haces?-Cubrí también su cabeza, abrazándolo de nuevo, ahora haciendo que enrollara sus piernas en mi torso y salté por la ventana, quebrando el cristal en mil pedazos. Corrí al tocar con mis zapatos aquél suelo de construcción. Llevándolo al borde del bosque.
Pude escuchar como colapsaba el edificio. Mierda. Estuvo cerca. Llegué y me senté en el suelo, jadeando agitado colocando mis manos en el césped mientras le quitana el suéter al pequeño.
T: ¿E-estás bien?-Me miró algo callado y asintió, como si estuviera pensando.
J: G-gracias...-Susurró haciéndome sonreír.
Sonreí por eso y negué riendo suave.
T: No es nada...
J: ¡Claro que lo es!-Me abrazó, sorprendiéndome un poco.- Eso fue... ¡Genial! Digo, ¡estuviste asombroso!-Se quedó algo pensativo, con un leve nerviosismo que no comprendía.- M-me salvaste...
T: Claro, no pierdo nada al hacerlo... Y si no lo hago, pierdo todo.-Me miró asombrado y le sonreí con cariño. Lo quería mucho. Revolví su cabello y reí leve.-Debo irme...
J: Entiendo...-Se levantó y me abrazó.- ¿T-te veo mañana a la misma hora?
Ese tartamudeo me confundió, él no era alguien que titubeara. Era tan confiado.
T: Por supuesto.-Me alejé y me despedí con la mano pero luego de alejarme unos pocos metros, le miré, irse mucho después de mí, nos dimos la vuelta a la vez al parecer. Se fue con lentitud mientras yo suspiraba. Miré frente a mí y casi di un grito. No, más bien. Grité.
T: ¡S-slender!-Me miró confundido y yo carraspeé.- M-me asustaste.
S: ¿Yo asustarte? ¿A ti?-Parecía sorprendido.- Toby, eres inmortal y no sientes dolor ¿Por qué estarías asustado?
Lo pensé mucho tiempo. Era verdad. En ese caso ¿Qué me asustaba tanto? Me quedé pensando y luego me puse serio al entender, haciendo que mis pensamientos expresaran gritos para que Slender no los leyera.
S: ¡Agh! ¿Pero qué te pasa?-Gruñó molesto por los gritos.
T: ¡¿Por qué estaba leyendo mi mente?!-Me miró de brazos cruzados.
S: Trabajas para mí, debo saber qué te sucede ¿Por qué querrías trabajar a estas horas? No comes nada, eres lento, te ves cansado. Algo sucede.
¿Acaso se preocu—
S: Sólo haces que el maldito bosque esté más inseguro.
No, no lo hace. Pero hay alguien más que sí... Y con él es más que suficiente.
T: Con todo respeto, no creo que sea de su incumbencia... Estoy ayudando, ¿Por qué le molesta?-Traté de usar las mismas excusas pero él me llevó con sus tentáculos directo a la creepyhouse, me lanzó, haciendo que suspirara. Me levanté como si nada. Sintiendo sólo el movimiento.
M: ¿Señor?-Mientras los otros dos proxis buscaban entender qué pasaba, Slender me gritaba.
S: ¡¿Qué haces allá afuera?! ¡No has cuidado nada! ¡Han entrado personas! ¡Hay rastros de gente! ¡¿Crees que no noto tu ausencia?! ¡¿Crees que no vi de dónde venías?! ¡Estabas en la ciudad! ¡¿Qué hacías allá?!-Me gritaba lleno de ira. Tan molesto que su voz se distorcionaba y hacía que mis oídos se sintieran raros. Todos hacían muecas de dolor pero yo ni me inmutaba. Sólo viraba mis ojos harto de tanto sermón.
S: ¡¿Y dónde está tu bozal?!-En ese momento me paralicé. Lo dejé en el edificio. Mierda. Me quedé con los ojos abiertos a la par y cubrí mi boca. ¿Por eso murmuraban tanto?
Bajé mi cabeza pasando saliva y suspiré. Esto no será bueno.
S: No más salidas. Masky, tú tendrás el turno de mañana.
Sabía que el enmascarado sentía desagrado ante la idea. Estaba molesto conmigo al igual que Slenderman.
M: Sí, señor...-Mencionó harto, con las manos en los bolsillos.
T: ¡E-e-espere!-Tenía varios tics nerviosos.- S-si yo le muestro q-que no hago nada malo... ¿M-me deja seguir ...?-Me miró y lo pensó.
S: Iré contigo. Para saber que no mientes.
Mierda. Esto será un desastre.
T: Está bien.
Pero estoy dispuesto a correr el riesgo por mi mejor amigo. Espero que todo salga bien.