Historias de alienígenas, espíritus, reencarnaciones o visiones del más allá. Lo desconocido nos causa tanto temor como curiosidad. Cuanto más miedo nos da algo, más nos atrae hacia ello, como una mosca acercándose a una bombilla que no puede dejar...
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Me encuentro aquí debajo de mi cama, y ya casi son las 3:00am, ¡Si! puedo comprobar eso, al ver aun a mi reloj Rolex expuesto en mi brazo izquierdo manchado con algunas salpicaduras de sangre, las lágrimas que caen de mis ojos no tienen sentido, creo que son automáticas, el olor inmenso a la sangre caliente me crea nudos en la garganta, el calor de los cuerpos inertes que yacen en el ambiente que me encuentro solo me crean ganas inmensas de arrogar, toso y toso y no puedo cumplir mi cometido, me agarro la garganta, la siento del tamaño de mis piernas, inmenso, largo como si fuese un tubo de agua, trato de penetrar mis uñas dentro de mi garganta pero me es imposible, empiezo a ahogarme, empiezo a perder la respiración, al rato me doy cuenta que yo mismo me estoy ahorcando con mis dos manos.
_Tranquilo Stan, tranquilo_ Me digo. Para así calmar mi acelerado corazón.
Llevo mis manos hacia mi cara, me las sobo una y otra vez, no logro sentir mi rostro, no percibo el calor interno de mi cuerpo, solo siento estirar el pellejo de mi cara. Una luz muy penetrante se hace presente, no sé quién es, ni me importa, solo quiero explicarme porque sigo llorando y porque no siendo nada de mi cuerpo. Recapacito, pienso un poco de lo que pasó antes, pero aun así no lo puedo recordar
Gracias a la luz que penetró en la habitación oscura donde me encuentro logro mirar mis manos, logro ver mis 10 dedos frente a mis ojos, los logro contar una y otra vez, muchas veces, y percibo algo curioso... los dedos pequeños están manchados de harina, sin explicación las logro llevármelos a la boca, ¡No es harina! Mi lengua hace gestos desconocidos con mis dedos, estos ahora se escapan de mi boca y rápidamente se introducen a mi nariz, mi cuerpo disfruta algo nulo, algo sin sentido, termino el gesto cerrando los ojos, inhalo demasiado, y de repente me quedo congelado en esa escena, logrando ahora si recordar algunas cosas: mi mujer, mi hijo, mi familia. Sigo en pausa, por fin siento mis lágrimas frías recorrer entre mis mejías, no logro aun abrir los ojos, solo quiero recordar más... y aun confundido por mi llanto comienzo a lanzar quejas de dolor.
- HAY UNA VOZ AL FONDO...
Logro escuchar una voz muy fuerte, parece que vienen hacia mí, esa voz proviene de la luz incandescente que hace unos instantes penetró por mis espaldas, pero sigue sin importarme, solo muerdo bien los dientes, cierro los ojos de nuevo y hago todo el esfuerzo posible de recordar que paso. De pronto alguien me da un zapatazo en la espalda, mi cabeza cae al piso y no logro sentir ningún dolor, logro ver personas de negro forcejeándome, y aun no entiendo el porqué. Siento un poco de miedo, respondo con mi resistencia, pero mis fuerzas son en vano, ya son varias personas que me forcejean, logro sentir que me tuercen los dedos, mi vista se dirige hacia aquel pequeño dolor...
- SUELTA EL MALDITO CUCHILLO DESGRACIADO...
Un enorme cuchillo de 30cm cae de mis dedos, no me explico el porqué, como y cuando la sostuve, si hace un momento no tenía nada entre mis manos...
Siento ahora un pisotón en la cara, por la presión hacia mi cara logro sentir el frio del piso que hace contacto con mi mejía, poco a poco logro reconocer algunos sonidos, suena demasiado a ambulancias o patrullas, sigo confundido, mis manos son puestas entre mis espaldas.
- ESPOSENLO...
Dos personas me encaran, me quieren decir algo, no logro escuchar sus voces, solo veo el movimiento de sus bocas y labios, terminan con su mensaje y otra vez me llevan al piso, tengo la mirada perdida en la sangre que me rodea, mis lágrimas otra vez de exponen de mis ojos sin explicarme por qué...
A lo lejos, logro reconocer a una persona que alguna vez vi en mi vida, ¡SI! Es una persona que antes vi, pero no sé exactamente quién es, él también me reconoce y viene rápidamente hacia mí, una persona alta y esbelta le impide su paso, pero este hace caso omiso y logra burlar su obstrucción, por fin siento seguridad, al fin sabré todo lo que está pasando.
_Pero si él es mi cuñado_ me dije, recordándolo
Cuando de repente siento un pequeño golpe en mi rostro, y lo vuelvo a sentir a los dos segundos pasados, alguien que está en mi encima logra proteger mi rostro, yo sigo sin sentir ningún dolor, solo logro escuchar el llanto de mi cuñado, logro escuchar sus lágrimas y sus quejas del porqué de todo.
La persona que está en mi encima me comienza a limpiar el rostro, lo tengo manchado de sangre después de la última golpiza que recibí, al fin logro sentir estirones de dolor en mi piel, siento claramente que tengo el ojo derecho destrozado, cada paño pasado por mi cara me duele demasiado.
Pasaron muchos minutos después de la golpiza, el joven que me asiste ya terminó conmigo, se hace a un lado de donde estoy echado, pues ahora solo miro con un ojo, con mucho esfuerzo logro ver mucha sangre dentro de mi habitación, ¡Sí! es mi casa, lo puedo reconocer por los cuadros colgados de EMINEM y CANSERVERO, logro ver también muchos policías, enfermeras de blanco levantando algunas personas que están tiradas entre charcos de sangre.
- ¿Qué es lo que pasó?, no entiendo nada...- Por fin pronuncie algunas palabras.
- YA PARATE IMBESIL, Y CAMINA, SI TIENES ALGO QUE DECIR LO DIRÁS EN LA COMISARIA.
Un efectivo de la policía me levanta de una mano, seguidamente por su colega, logro sentir el dolor de mis manos que están enmarrocados entre mis espaldas, caigo en el intento de levantarme, los dos jóvenes policías me vuelven ayudar, si, son jóvenes como yo, los puedo diferenciar con el ojo izquierdo que aún me sirve.
- TE VAS A PODRIR EN LA CARCEL STAN, TE LO JURO...
Al frente, tengo de vista a mi cuñado, detenido por tres oficiales que lo sostienen para que eviten que se venga contra mí otra vez, me maldice con muchas palabras obscenas, y no logro entender el porqué de su mala actitud, trato de no prestarle atención, y pierdo la mirada en los policías que me rodean, pero este se logra zafar de un policía, de un brinco llega hacia mí y me destroza la cabeza de un puñetazo, caigo brutalmente, pero esta vez no logro caer de lleno al piso, algo me amortiguó, no puedo pararme rápido, me duele demasiado el puñete que me propinó, los dos efectivos que me sostenían hacen fuerzas con los otros tres e intentan sacar de la habitación a mi cuñado exaltado. Tengo que actuar rápido si quiero salir vivo de donde estoy, me desespero en mi respiración, hago todo mi esfuerzo por ponerme en pie sin la ayuda de mis manos enmarrocadas, cuando de repente logro escuchar una voz dulce y penetrante.
es la voz de mi hijo, ¡SI ES EL!
Entre lágrimas y penas escuché decirme: TE AMO PAPÁ. Di la vuelta para ver donde estaba mi hijo, pero no logré ver a nadie parado, lo busqué con la mirada y lo encontré tirado en el piso, era él quien me había amortiguado la caída, su cuerpo estaba botado frente a mis ojos en un charco de sangre, tenía como once, doce o quince puñaladas en todo el cuerpo, sus ojos sin vida me miraban directamente hacia donde estaba. Grité como nunca lo hice en mi vida, me puse de rodias para cargar a mi hijo por última vez, pero no pude, mis manos estaban impedidas de todo acto por las esposas, solo pude poner mi cabeza entre su pecho para así poder alcanzar su perdón.
Lloréincansables noches y días, recordando esa última vez en el que vi a mi hijo y ami esposa tirados en esos charcos llenos de sangre, todo por mi culpa, todo pormi adicción. No logro recordar aun como asesiné a cinco personas esa noche,pero en algunas ocasiones sueño con algunas escenas de esa última noche encasa, cada vez que la recuerdo o sueño me dirijo hacia la biblioteca del penaldonde estoy recluido en busca de una hoja y papel.
