Cinco

312 48 3
                                    

Mientras voy entrando con Valerio a mi casa, la vecina a la derecha del sr. Morren sale de su casa. Pavoneando sus caderas en un sensual caminar mientras viste una bata larga de seda ultra suave plateada con decoro de plumas azules. La mujer no tenía cabello. Así que cubría su cabeza con un gorro sedoso que va en conjunto con su bata. Ella era mayor pero de buen aspecto. Con un pintalabios rosado en sus pequeños labios. Sus ojos perturbadoramente grandes pero seductores. El sr. Morren estaba afuera de su casa. Mirándonos a distancia con fascinación. La señora nos veía mientras posó a su lado.

-¿Es real lo que ven mis ojos?- Su voz de tono grave sale a la luz manteniendo su ceño fruncido.

-¿Qué es lo que se te hace tan fascinante que parece una ilusión, Missy?

-¿Vas a volverlo a hacer?- Ella hace una pregunta confabulada a un oscuro pasado del don. A lo que suspira el don. -Sabes cómo terminaron tus otros dos amigos cómplices.- Sigue recalcando un pequeño cuento del pasado. -Uno murió tocando el violín con un pianista al lado.

FLASHBACK DEL CUENTO (con la silueta de un pianista anónimo al fondo):

Un hombre mayor sin cabello estaba vistiendo un elegante traje pingüino con un chaleco entallado marrón sobre su camisa blanca de botones con unos pantalones negros. Danzando de arriba a abajo la mano con la que sostiene el arco del violín (ese que truena las cuerdas) de arriba a abajo con el violín colocado sobre su hombro derecha reposado bajo su mentón. Tocando una melodía energética para hacer énfasis en un toque dramático pero hermoso mientras que un pianista tocaba en el fondo. Un pionista anónimo que no se veía en la oscuridad de la habitación.

La única luz del estudio lleno de espejos en el que estaban, iluminaba más al violinista.

-Dijeron que tuvo una crisis epiléptica dado a que se encontraron ondas extrañas en su cerebro. Sonidos que no provenían de su propio violín.- Seguía contando Missy.

De momento, el violinista en el cuento narrador frunce el ceño y aleja su arco del violín con confusión. No sabe ni por qué está dejando de tocar su violín. Ni siquiera por qué aleja el arco del instrumento músical que sin eso no puede producir ni un sonido.

Miró su arco con mucho miedo. Algo lo parecía estar hipnotizando. Controlando sus manos por él mismo. El sonido del piano tragó todo silencio de la habitación. Él hombre colocó su arco contra su propia garganta. Temblando. No parecía querer hacer ninguno de los movimientos que estaba cometiendo. Sus ojos se cristalizaron. Miró atrás suyo y le gritó al pianista en el fondo. Ese que estaba sucumbido en la oscuridad. Tocando teclas más altas que otras. Debido a que no hubieron testigos más que el pianista de lo que el violinista gritó, no hay conocimiento de lo que dijo. Además de que el pianista no mencionó nada de un grito en los reportes.

La cámara lenta desvanece cuando el hombre comienza a desgarrarse la carne de la garganta con el arco del violín. Dibujando una línea sangrienta por toda su garganta. Poco a poco. Tosió sangre escupiendo una inmensa cantidad de sangre. Todo su cuerpo temblando. Sus ojos ya pérdidos en el techo. La sangre vuela a chorros mientras más se corta la piel. Hasta que cae por las convulsiones de su propio cuerpo. Cae muerto al suelo. Con un charco de sangre creciendo bajo su rostro. Creando un inmenso circulo.

El pianista anónimo a una esquina dejó de tocar el piano. Su silueta volteo la cabeza hacia el violinista muerto.

FIN DEL FLASHBACK.

𝐸𝑙 𝑃𝑖𝑎𝑛𝑖𝑠𝑡𝑎 𝑉𝑎𝑙𝑒𝑟𝑖𝑜 • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora