Capitulo Extra prt. 2

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—Está bien, hermano. Confío en ti.




























Habiendo dicho eso para el bien de su hermano mayor este no tardó en irse en el auto con su piano. Recorrió las calles hacia el Sur, y siguió el camino hasta llegar a un tranquilo vecindario con casas tanto pobres como de millonarios. Pero eran tan bonitas que Val estaba fascinado. Estaciono frente al a la blanca y grande casa del Sr. Morren. Se bajo del auto cerrando la puerta del conductor y una misteriosa pero hermosa mujer apareció frente a él. O tal vez ya estaba ahí enfrente.

Tenía un cabello ondulado largo por sus hombros con unos labios pintados en rojo pasión. Asimismo vestía un traje carmesí con una chaqueta de seda por encima y tacones. Se veía majestuosa. Encima que era una asiática hermosa. Como una modelo. Aunque mayor, estaba cerca de los 40.

Con su inesperada aparición el joven pega un pequeño brinco en su sitio. Disimula el susto al mirar abajo con par de risas. —Hola guapo.

—Ho--Hola.

—Soy Missy.

Ella ofrece una mano. Sus uñas pintadas en rojo. Él ve las uñas y sonríe. —Oh. Va en conjunto.— Dice inocentemente alzando su mano para sacudir la de la mujer. A la mujer no le pareció agradar el humilde chiste del chico así que baja su mano con un descarado rostro de pocos amigos. Incomodando al chico. Como una leona se dirige al baúl del auto. Sus caderas moviéndose tortuosamente lento. Como el caminar seductor de una depredadora. Hasta que posa frente al baúl.

—¿Tienes el piano aquí?— Pregunta. V., se da la vuelta súper rápido.

—Oh. Sí. Debo de bajarlo.— Dice mientras se dirige hacia Missy también. La mujer secretamente mira a las ventanas superiores de la casa con una siniestra sonrisa de labios. La sonrisa es correspondida por el sr. Morren parado detrás de una de las ventanas vestido completamente de negro hasta el cuello y sujetando una taza de café cerca a su pecho.

A unos pasos de esa calle, estaba la casa de Mew. Básicamente al frente. Este era un niño de 13 años y estaba mirando toda la escena desde una ventana. Vistiendo una sudadera gris con deportivos grises y sandalias verdes que no combinaban para nada. Parecía que sus padres no estuviesen en casa esa tarde así que sacó una pequeña cámara amarilla.

La puso cerca de su rostro y comenzó a tirar fotos. Fotografiando al chico de tez oscura que ahora abría el baúl del auto. Missy a unos pasos atrás para darle espacio.

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   Gulf estaba sentado en su sala de estar viendo Scooby Doo y se reía de una escena en la que Scooby hacía remolinos con sus patitas y salía corriendo de una habitación oscura. El pequeño moreno deja de reír cuando su estómago vuelve a doler. Se lo vuelve a cubrir con una mano.

—Me duele...— Gruñe. Entonces se levanta del mueble para ir a la cocina. En su caminata por la cocina, no ve como en el fondo, hay una silueta negra parada de un adulto. Un hombre. Vestido formalmente. Este tiene la mirada puesta en el. O así se puede decir por la silueta.

Gulf abre la nevera y saca la medicina de color rosado. —Asqueroso.— Dice dramáticamente cubriéndose sus fosas nasales con dos dedos agachados mientras sostiene el pote.

Camina a la mesa de enfrente. Descuidadamente dejando la nevera abierta y al colocar la medicina en la mesa, puede escuchar unas risas siniestras. Algo absurdas. Retorcidas. Pervertidas. Son las risas de un solo hombre.

𝐸𝑙 𝑃𝑖𝑎𝑛𝑖𝑠𝑡𝑎 𝑉𝑎𝑙𝑒𝑟𝑖𝑜 • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora