𝕄𝕚 𝕤𝕒𝕝𝕧𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟 || Amajiki Tamaki ||

🦋07🦋

Era el día, por fin había llegado el momento.

Adara gradecía que fuese fin de semana, así no tendría que poner excusas sobre dónde estaba.

Se encontraba frente a la imponente academia UA, donde se llevaría a cabo el examen de admisión para los recomendados.

No le había dicho nada a Mirio ni a Tamaki, no quería presionarlos.

Si se lo decía solo conseguiría que Mirio se quisiera esforzar más de lo debido y la fastidiase y que a Tamaki le diese un ataque de nervios.

Entrando al edificio, para dirigirse a la sala donde harían el primer examen, el teórico, su mirada se cruzó con una verdosa la cual no quería ver.

¿Qué hacía Nakamura ahí?

— ¿Así que tu papi te ha recomendado?— intentaba cabrearle, así su desempeño sería peor.

No le caía bien, pero sabía que sería una gran rival en el examen.

— ¿Así que tu papi ha pedido que te recomienden?— respondió ella mientras entraba al aula y lo dejaba atrás, con la palabra en la boca.

No se esperaba que él hiciese el examen de recomendación. Es más, creía que se podría librar de él en la academia, pero al parecer no sería así.

Debido a que en casa no podía hacer otra cosa más que entrenar y estudiar, el examen escrito no fue muy difícil.

— Tamaki no me preocupa en este aspecto, a no ser que se ponga muy nervioso, pero Mirio...— fue lo que pensó mientras salía del aula.

Se dirigieron al pabellón especial donde se llevaría a cabo la parte práctica.

Al parecer sería una simple carrera o eso les habían explicado.

Adara agradecía llevar siempre ropa interior ignífuga, hecha a partir de su cabello. No sabía hasta qué punto sus llamas podrían ascender en temperatura, por lo que así se aseguraba no quedar como Mirio al activar su kosei.

Más de una vez le había dicho al rubio que hiciera lo mismo, pero no le hacía caso.

Además de la ropa interior, los zapatos que llevaba también eran a prueba de fuego, por lo que podría impulsarse sin miedo a quemarlos.

Todavía no era capaz de envolverse completamente en llamas por un período prolongado sin quemarse, por lo que no podría avanzar como lo hacía su padre. Pero sí sabía impulsarse con los pies y las manos, eso le daría la velocidad suficiente para ganar.

— ¡Okay! ¡El examen escrito de la prueba de admisión por recomendación ha terminado! ¡Usad libremente vuestros koseis para llegar a la línea de meta!— exclamó Present Mic animado, dando inicio a la carrera—. ¡No olvidéis recoger las cuatro cintas!