𝕄𝕚 𝕤𝕒𝕝𝕧𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟 || Amajiki Tamaki ||

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El rubio avanzaba emocionado por la agencia, mientras que Adara se encontraba pensativa, recordando el cambio de actitud que Tamaki había tenido esos últimos días hacia ella. 

A pesar de su preocupación, la de cabello albino trataba de alejar esos pensamientos en ese momento, ya que estaba a punto de conocer a quien sería su tutor de prácticas por esa semana. 

— Ya verás, Sir te va a encantar— Mirio estaba muy animado por volver a ver al héroe profesional y poder entrenar con él—. No creo que tengas ningún problema con él, pero la mejor forma de caerle bien es hacerle reír— informó una vez que llegaron a la puerta de la oficina de Nighteye. 

Sin embargo, Adara se detuvo por completo al oír a su rubio amigo. 

— Espera ¿Qué?— preguntó con algo de preocupación—. Mirio, yo...— Adara no se veía capaz de hacer reír a nadie, mucho menos a un héroe profesional. 

Aunque Mirio no hizo caso a los reproches de su amiga y abrió la puerta, permitiendo así ver a su amiga la oficina decorada de All Might de aquel alto héroe. 

Mirio saludó animado a su tutor, mientras que Adara pensaba en lo que el rubio le había dicho, buscando como poder hacerle reír. 

— Soy Todoroki Adara, muchas gracias por acogerme en su agencia— se presentó de forma educada con una reverencia—. Mirio me ha dicho que debo hacerle reír... No es algo que se me dé bien hacer, pero aun así lo intentaré— habló con sinceridad, haciendo que una sonrisa apareciera en el rostro de Mirio, expectante de ver que iba a hacer.

La Todoroki dejó entonces el maletín donde llevaba su traje en el suelo y dejó salir un pequeño suspiro para mentalizarse. 

— La gente dice que esto sólo lo pueden hacer las personas que han estudiado música muchos años, pero yo creo que no es verdad— comenzó a hablar mientras movía su mano derecha hacia arriba y abajo chasqueando sus dedos—. A pesar de que me gusta la música, nunca la he estudiado a fondo, sin embargo sí que puedo hacerlo— continuó, mientras comenzaba a hacer un triángulo con su otra mano—. Es solo cuestión de coordinación— añadió con sencillez, a la vez que detenía sus movimientos.

Sir observaba atento todo lo que hacía aquella estudiante, expectante de ver como finalizaba. 

Y no le defraudó. 

— Lo gracioso es ver a Mirio intentarlo— finalizó, señalando al rubio y llevando su mirada hacia él.

Sir y Adara pudieron ver como el rubio trataba de imitar lo que ella había hecho, pero lo único que conseguía era confundirse con los movimientos, provocando una leve sonrisa a la de cabello albino y consiguiendo robarle una risa al héroe profesional. 

Mirio entonces pasó a pedirle ayuda a Adara para poder imitar lo que ella había hecho, comenzando así ambos jóvenes a hablar, mientras Nighteye observaba a ambos con una sonrisa.