- ¡Seamos amigos!
- Mi-mirio, deberías... presentarte primero...
- Oh ¡Cierto!
~~~
-Relajaos chicos, seguro que el examen saldrá bien y entraremos los tres juntos a la UA.
Aunque ellos no sabían que ella no haría el examen junto a ellos.
~~~
- ¡Vaya...
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Nota de la autora:
No me gusta poner notas al inicio, pero queríaadvertirosdeque en estecapítulohaypequeños spoilers delahistoria. A pesar de que ya han tocadounpoco el tema en elanime, aquí comento cosas que solo se han visto en el manga, por lo quequeríaadvertirlos antes de comenzar.
Ahora sí, ya podéis comenzar el capítulo.
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La vida de la pequeña Todoroki Adara era algo difícil.
Ella era la segunda más pequeña de los hermanos Todoroki, tenía dos años más que el pequeño Shoto.
Antes de manifestar su kosei, ella estaba muy unida a sus hermanos mayores y se dedicaba a cuidar de Shoto y jugar con él.
Su kosei tardó mucho tiempo en manifestarse. Incluso llegaron a creer que no tenía ninguno, cosa que cabreó mucho a su padre, ya que le veía como algo inútil.
Aun así, ella esperaba poder descubrir pronto su poder y deseaba que fuese el fuego. No por ser el poder de su padre, si no para ser similar a su hermano mayor.
Desde que ella nació, su relación con Tōya había sido muy estrecha. Ella admiraba a su hermano mayor y aspiraba a ser como él.
Sin embargo, casi a la vez, ambos hermanos manifestaron sus poderes, cambiando así la forma de verlos de su padre.
Por fin lo había conseguido, Enji había conseguido heredar en su hijo el kosei de medio frío medio caliente. Ahora sentía que él sería capaz de superar a All Might.
A los pocos días fue el turno de Adara, quien heredó el fuego de su padre, pero algo distinto.
Ella estaba feliz, ya que tenía un poder similar al de su hermano, poder el cual su padre decidió entrenar.
