Pringados

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Ewan conduce nervioso por las calles del barrio. Sé que su mente es un torbellino de sentimientos ahora mismo y no quiero presionarle, pero a la vez quiero saber lo que ha decidido. Puede parecer obvio en este contexto, al fin y al cabo estamos yendo a cuidar de ese niño. Pero todo puede ser, tampoco creo que, decidiendo no hacerse cargo, deje a Carrie tirada de la noche a la mañana.

Tras unos minutos de silencio Ewan me mira.
-puedes dejar de mirarme tan fijamente? me estás poniendo histérico.

Aparto la mirada de su persona avergonzada. Creo que no me está saliendo bien lo de no presionarlo. Su mano se apoya en mi muslo.

-oye... sé que igual es muy pronto para decirlo, pero no sé cómo agradecerte tu apoyo en estos momentos. Que hayas decidido venir conmigo después de lo mal que te he hecho pasar estos días sólo me demuestra que tienes un corazón que no te cabe en el pecho.

Ahora estoy avergonzada y sonrojada. Me muerdo el labio inferior y miro por la ventana, no quiero que note lo nerviosa que estoy. Definitivamente no lo nota, porque aparta la mano y frunce el ceño.
-te estás arrepintiendo?

Intento excusarme.
-no! Claro que no, sólo me estaba preguntado si vas a ir en serio con el mantenimiento del bebé o no.

-sigo dándole vueltas. He barajado muchas posibilidades, incluso la de pagarle una manutención a Carrie, pero francamente, no creo que necesite el dinero y parece como que estoy comprando mi libertad. Ella ya no es una adolescente normal, y aunque yo no tenga físicamente las secuelas de la paternidad debería tener la misma responsabilidad. Al final esto es una cosa de dos, y deberíamos pringar por igual.

Me enternecen sus palabras, son muy acertadas. Ewan me mira y sonríe débil.
-así que sí, voy a hacerme cargo todo lo que me deje de Harry. Ahora te toca decidir a ti si te pringas con nosotros o no. Recuerda que no tienes ninguna culpa, así que eres completamente libre de decidir vale?

Me gustaría pensar que si la situación hubiera sido al revés, él me hubiera apoyado.
-quiero conocer al niño antes de tomar la decisión final. Pero estamos juntos en esto Ewan.

Me regala una maravillosa sonrisa de alivio y su mano aprieta de nuevo mi muslo. No puedo evitar la electricidad que me provoca ese gesto. Intento cambiar de tema un poco. Me acabo de acordar de la conversación que tuvimos en su hotel sobre el futuro, ahora pienso si todo lo que preguntó no era simple curiosidad, sino para ver si realmente podía encajar en su nueva vida.
-oye, cuando me preguntaste si quería tener hijos... Iba con segundas?

Él se ríe. - más o menos. Me diste una contestación que me dejó K.O.
Baja la voz un poco, se arrepiente de algo.
-debí habértelo dicho aquella noche. Pero ya habíamos tenido demasiados cambios.

Asiento. - debí haber confiado en ti, haber esperado a que me lo dijeras cuando estuvieras listo.

Niega con la cabeza. - no te lo hubiera contado. Estoy seguro de que te hubieras enterado por otro, pero no por mí. Tenía demasiado miedo de tu reacción, y qué tontería. Si hubiera sabido esto te lo hubiera contado mucho antes.

-creo que tenemos que aprender a confiar más en el otro. A no juzgar las decisiones antes de plantearlas.

Llegamos por fin a casa de Carrie. El corazón se me va a salir del pecho con lo rápido que me bombea. Ewan agarra mi mano y la aprieta para transmitirme seguridad. Le sonrío y llamamos al timbre.
Nos abre Carrie con el niño en brazos, llorando a moco tendido. Incluso en ese estado ya veo el parecido a su padre. Aunque tiene el pelo rubio de Carrie la cara es una fotocopia de la de Ewan.
Carrie se sorprende al verme e intenta mentirme.
-Verónica! Este niño es de la asistenta. Ya sabes que a veces no hay quien las controle...

Unión InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora