Kryptonita

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Después de lo ocurrido en el hotel Ewan condujo hasta su casa, cumpliendo su promesa de que no me iba a dejar volver a la mía. Y tras un fogoso beso de buenas noches me dejó en mi habitación cansada pero activa, sudando pero fría.

Estoy durmiendo cuando siento una presión fuerte y me empiezo a ahogar, me despierto asustada a tiempo para distinguir el cabello moreno de mi mejor amigo entre las sábanas. Le pego una colleja por haberme despertado y me desperezo.

-pensaba que Ewan te había dejado en tu casa después de la velada, como el caballero que es.

-justo porque es un caballero no me ha dejado volver a la boca del lobo. Y Molly?

-hemos dormido juntos, pero no aquí. Acabo de volver a casa.

Me fijo en que es cierto, sigue con el traje de ayer puesto.
-Pero qué hora es?

-las doce de la mañana marmota. Levanta anda. Tu príncipe azul lleva despierto varias horas y tú aquí durmiendo.

No me sorprende que Ewan esté despierto, no es de dormir como yo.
- si no me estuvieras aplastando las piernas ya me habría levantado.

-ahora te dejo, pero antes...
Levanta las cejas y me pone ojos pícaros, quiere que le cuente detalles sobre anoche.

-no pasó nada, y es tu hermano mayor por dios, un poco de intimidad.

-y tú mi mejor amiga. Tengo el alma dividida entiéndeme.
Se toca el corazón con gesto dramático y gira sobre el colchón. No puedo evitar reírme.

-oye pero tú... a ti te parece bien?

Deja de hacer el idiota sobre mi cama y me mira serio.
-estoy completamente a favor de esta unión, no seré yo el que me oponga a la alineación de los astros. Aunque ahora las estrellas se llamen padres.

Me guiña un ojo y yo le pego un calmante. Nos peleamos un rato hasta que se abre la puerta de mi habitación y entra Ewan. Me paro al instante avergonzada. Sólo llevo una camiseta ancha y la ropa interior, y ahora mismo se podría decir que estoy en una posición comprometida con su hermano. El recién llegado se ríe negando con la cabeza.
-siempre igual, si es que parecéis hermanos más que otra cosa.

Max se despega de mí y salta de la cama. Peinándose el pelo con los dedos.
-buenos días a ti también.

-si ya me has visto esta mañana, y te he dicho que te cambiaras.

-he venido a despertar a la bella durmiente, ya que a ti no se te había ocurrido.

-claro que se me había ocurrido, pero quería dejarla descansar, ayer fue un día de emociones fuertes.

Me está poniendo histérica que hablen como si yo no estuviera en la habitación. Agito los brazos para que me hagan caso.
-hola! buenos días a los dos, ahora por favor salir de mi cuarto que la princesa tiene que ponerse presentable.

Ewan pone los ojos en blanco. -Ronnie mis padres no están, puedes quedarte en camiseta y bragas si quieres.

El color sube a mis mejillas. Definitivamente tengo demasiada confianza con estos chicos.
-y me puedo duchar? o como no están tus padres tampoco debería?

-claro que te puedes duchar, incluso si quieres nos duchamos juntos que hay sequía.

Max finge una arcada y se va sigilosamente. Mis mejillas siguen ardiendo. Ewan se ríe y se acerca a mi cama.
-estás adorable cuando te sonrojas. Buenos días Kryptonita.

Sin dejarme reaccionar planta un beso en mis labios secos. No me da tiempo a profundizarlo porque se separa tras apenas unos segundos. Me coloca el pelo detrás de la oreja y yo solo pienso que sigo soñando.

Unión InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora