En cuanto me subo al coche arranca y yo me pongo el cinturón, no tengo ganas de discutir más con nadie. Pero hasta que le obedezca parece que le llama la atención.
-no te lo he tenido ni que decir... debes de estar fatal de tanto mal de amores.
-no me apetece que me estampes contra el parabrisas por segunda vez en la semana.
-siempre tienes respuesta para todo eh?
No le contesto y pego mi frente al cristal.
-oye... No entiendo por qué estás tan disgustada, si no le querías.
Lo que me faltaba, que encima juzgue mis emociones ahora.
-sigue doliéndome su rechazo.-es por orgullo más que otra cosa seguro.
No aguanto más.
-para que me bajo del coche.-qué? y a dónde vas a ir?
-a cualquier sitio lejos de ti! he tenido un día suficientemente largo como para aguantar tus prejuicios ahora. Para o me bajo en marcha.
Cierra los seguros del coche antes de desviarse a una gasolinera, donde aparca y me mira profundamente.
-Ronnie perdona, tienes toda la razón, soy el menos indicado para juzgarte. Ven aquí.
Abre sus largos brazos y yo le miro estupefacta. Algo hace clic en mi cabeza y el corazón se me hunde en el pecho. Me acerco a su cuerpo y me derrumbo entre sus brazos. Las lágrimas que llevo conteniendo todo el día salen sin control y no puedo ni hablar. Ewan me envuelve con su calor y su fragancia me reconforta. Su simple tacto hace que me sienta comprendida. Consigo tranquilizarme tras cinco largos minutos de llanto descontrolado.
Vuelvo a la realidad de golpe y me aparto de la camisa mojada de Ewan avergonzada.
-perdón yo... no sé qué me ha pasado...perdón.-oye estás desbordada, es normal que te vengas abajo.
-me siento bipolar, te lo juro, de pronto me siento segura y dispuesta a comerme el mundo y en un segundo solo quiero gritar y salir corriendo.
-bueno pues eso es señal de que necesitas desconectar. Mañana vas a tener un día muy largo.
-ya no se me ocurre ni a dónde ir.
Me mira y noto una idea rondar por su cabeza. -a mí sí. Confías en mí?
-Qué remedio...
Nos reímos y me deja poner música ñoña mientras conduce por la ciudad.
Aparca cerca de una estación de metro. Le miro extrañada.
-tu idea es entrar en el metro y perdernos?Asiente. -más o menos. Te acuerdas esas navidades que pediste ser turista por Nueva York? No es navidad pero me parece un buen momento.
Me tiende la mano y yo miro con admiración al que pensaba que era un chico insensible que no se daba cuenta de ese tipo de cosas.
Me acuerdo de esas navidades, hacía poco que había descubierto a mi padre en una aventura, tenía siete años y me di cuenta de que mi familia estaba rota. Pedí ese regalo porque quería sentirme una familia de verdad, de esas que van juntos a pasear por Broadway a ver las luces de navidad y se sientan en los bancos de Central Park. Nunca obtuve ese regalo de mis padres. Acepto la mano de Ewan y rezo para que nada estropee esta tarde.Siento que mis sueños se están haciendo realidad. Vamos en metro hasta Times Square y nos hacemos fotos como si fuéramos unos simples turistas. La gente nos mira extrañada, seguimos con el uniforme de nuestro colegio pero nos estamos comportando como auténticos extranjeros, hasta a mí me hace gracia la situación. Bajamos andando hasta Broadway y compramos comida en un puesto de perritos calientes. Le hinco el diente a un trozo de pizza margarita bastante grasienta y gimo, disfrutándolo. Ewan levanta una ceja divertido.
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Unión Inevitable
Romance"Lo siento antes de que me alcance, me agarra del codo y me gira, estampando sus labios contra los míos. No pienso en nada más que en sus labios mojados y demandantes. Pero lucho en contra de todos mis deseos y le aparto. -no Ewan! No es justo, no p...