La tempestad

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Me despierto tarde, aunque sigo muy cansada. Siento como si me hubieran pegado una paliza.

Doy vueltas en la cama recordando la tarde de ayer. Todavía sigo dudando si fue un sueño o fue real. Mi mano viaja a mis labios, el recuerdo de los suyos sobre los míos me produce vértigo.

Todo lo que siempre había querido lo tuve ayer, la tarde antes de tener que aceptar un destino que no he elegido. Fue como rozar una realidad que es imposible. Y me está matando por dentro.

Bajo a desayunar, en la cocina está Mery, que me mira preocupada.
-señorita estás horrible. Y esas ojeras?

-ayer tuve un día complicado María.

-pues ya puedes hacer algo con esa cara, hoy es el gran día.

Tapo mis ojos con mis manos, queriendo volver atrás en el tiempo.
-no puedo, no puedo hacerlo. Necesito salir corriendo y no parar nunca.

Me pone una taza de chocolate enfrente y una tostada con aguacate.
-que intensidad tan de mañana nena. Qué pasó ayer?

-de todo, tuve una pelea enorme con el chico que te dije, y luego se me declaró el hombre de mis sueños.

-wow chica... Qué desastre. Y qué tienes pensado hacer?

-tengo que hablar con él ahora, ayer fue todo muy rápido e intenso.

Ella se encoge de hombros y me incita a ir a ver a Ewan. Me ducho e intento ponerme presentable para verle.
Pero no llego a salir de casa, cuando estoy a punto de salir por la puerta llaman al timbre. Es Max.

-Ronnie ayer estuve buscándote toda la tarde. Necesito pedirte perdón.

Se le ve claramente arrepentido. Me lanzo a los brazos de mi mejor amigo sin dudarlo ni un momento.
-tenías razón Max. Jugué con Noah, hice daño a quien no lo merecía sólo porque me estaban haciendo daño a mí. Y me hiciste un favor enorme contándole la verdad tú. Yo no sé cómo lo hubiera hecho.

Me acaricia la mejilla y me aparta las lágrimas calientes que ruedan por ella.
-debí haber hablado contigo antes, pero no sabía cómo ibas a reaccionar.

-me conoces demasiado para saber que iba a reaccionar de la peor manera, cuando la que estaba siendo injusta era yo. Te quiero Max, y perdona por haberte metido en este bucle.

-bueno, a ver si esta noche con la verdad te calmas un poquito.

-estoy muy nerviosa, de hecho tengo un asunto pendiente primero...

Max levanta una ceja.
-Tiene algo que ver con tu desaparición repentina de ayer?

Asiento, sé que no se va a tomar nada bien lo de su hermano. Si no veía bien lo de Noah, lo de Ewan es aún más caótico. Estamos prometidos los dos y ha sido cosa de una tarde.

-Max yo... tengo que ir a tu casa un segundo.

Parece confuso. -a mi casa?.- Tras unos segundos noto como lo entiende, frunce el ceño. -ayer estuviste con Ewan?

-no es lo que piensas. Fuimos al centro a perdernos un poco... pero a la vuelta los dos hicimos declaraciones importantes y...

-Ronnie tienes que dejarlo estar, Ewan sabe lo que hay y tú también.

-se le veía muy desesperado.

-pues no entiendo por qué... mira, lo mejor es que lo dejes en paz, hoy tiene un día complicado. Venga vamos dentro, que tengo hambre.

Por una vez hago caso a mi amigo. Le llevo dentro y preparamos pancakes. Después nos vamos a la sala de estar a ver una película. Siempre hacemos lo mismo, pero hoy se me hace especial, no sé si después de esta noche podré repetir este plan con mi mejor amigo. Sus brazos rodeando mi cuerpo me tranquilizan hoy más que nunca, ojalá no tuviera que moverme nunca.

Unión InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora