Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞

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Capítulo 28: Sra. Byun.
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"Me siento tan bien estando a tu lado que me gustaría morir así."

-Vincent Van Gogh

—¿En qué piensas tanto mi niño?—preguntó el alto tras el cuerpo del más bajo, soplando en su cuello con el aroma a menta de su boca para sacarlo de su ensoñación. Y vaya que sí funcionó.

El día era soleado, el calor de los rayos matutinos eran cómo una caricia para sus cuerpos, la brisa alta corría con el aroma vacío y sin rumbo. Las olas descansaban plácidamente sobre las orillas del mar, corrientes suaves que se arrastraban junto a la arena hasta disolverse en un ráfaga capa fina de cristal.

Se encontraban afuera, recostados cerca de los barrotes de la punta del barco, con Chanyeol abrazándole por detrás para llenarle de calor corporal debido al frío clima nocturno; y Baekhyun descansando sus manos sobre las propias del mayor.

—En mi madre..—musitó decaído.

—Ella está bien, Baek.—le alentó.

—Físicamente, pero emocionalmente lo dudo.—sus ojos bajaron un momento y una brisa silenciosa le recorrió.—Discutí con ella antes de venir contigo, si le sucede algo.. será mi culpa.

Chanyeol guardó silencio al escucharlo pero no porque no encontrase las palabras adecuadas para decirle, lo contrario a ello reservó sus palabras para permitirle aquella liberación a Baekhyun, entregándole su atención total para oírlo.

—¿Por qué?—se atrevió a preguntar.

—Porque ella me advirtió que no viniera, dijo que no era bueno para mí enredarme con un mafioso al igual que ella.

El entrecejo de Chanyeol se arrugó con confusión: ¿Al igual que ella?

—Tengo miedo Yeol.

Tras su confesión giró de sus brazos, buscando sus ojos para unirse a una conexión silenciosa en la que recitaba un sentimiento nuevo para el mayor. Al verlo, comprendió que bajo aquella mirada que habitualmente se mantenía activa y curiosa, había también una pequeña pizca solitaria y abandonada. Un brío imperceptible del que creía que Baekhyun carecía.

—Tengo miedo que un día te vayas y me quede nuevamente solo.—un respiro y siguió.—Mi padre quería deshacerse de mí.

Sólo bastó de escuchar lo dicho para que su homólogo lo atrajera entre sus brazos, llevando su diestra hasta hacer que su cabeza quedara atrapada entre el hueco de su cuello mientras sus brazos cumplían con la tarea de abrazarlo; acariciarlo y demostrando que su calor corporal estaba allí para su fría y solitaria melancolía interior. 

Porque no era tan fuerte cómo creyó Chanyeol, y aquello no estaba mal; era algo que hacía a las personas especiales y tal vez únicas, porque nadie nunca ha sido completamente perfecto y fuerte para afrontar los obstáculos puestos por nuestras propias inseguridades y temores.