Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞

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Capítulo 2: Encuentro.
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Los rayos del sol se colaron sobre la acogedora habitación, permitiendo que la luz entrará a través de las ranuras de la ventana y las cortinas blancas.  Un soñoliento Baekhyun abrió los ojos tallándolos con los puños de sus manos, para por fin dejar escapar un largo bostezo mañanero.

—Bueno días Baek.—saludo el contrario, mientras se revolvía un poco dentro de la cama.

—¡Buenos días!—contestó dulcemente, removiéndose para estirar los músculos.

Sin esperar ni un segundo más se levantó de la cama, tomando dirección hacia el baño. Caminó por la casa en busca de la puerta que lo conducía hasta dar con el paradero de este. Al llegar al cubículo se dio una pequeña ducha, cepillo sus dientes y se vistió. La rutina habitual que corría a hacer en su anterior casa.

Después de realizar todas las acciones anteriores, se dedicó a cocinar un rico desayuno para los dos. Encendió la estufa y colocó una sartén para que esta empezara a imprimir el calor del aparato electrónico.

Su casa era un lugar acogedor: empezaba con una pequeña sala con los muebles necesarios, una televisión, la mesita de adorno y los sofás a los lados. Dentro de la misma planta, se encontraba la cocina, un tanto pequeña pero que contaba con lo suficiente para poder vivir, pues tenía lo esencial: la estufa, la nevera, el horno, un almacén para la comida, y por supuesto la pequeña mesa redonda.

Y si hablásemos de la habitación de dormir, pues ese ya era otro diseño en la planta de arriba. Su estructura era agradable pese a ser de menor tamaño en cuanto a lo que se imaginaba Baekhyun; pero el esfuerzo contaba y tampoco se iba a atrever a decir una sola palabra en forma de queja contra la casa. Debía aprender a conformarse con lo que tenía.

Ya listo en la cocina y con todos los ingredientes en la encimera para cocinar; se dedicó a batir los huevos hasta conseguir la mezcla perfecta, agregó la sustancia en la sartén empezando a tener el resultado indicado de una consistencia amarilla, en la cual sobre su interior llevaría queso derretido y un poco de jamón. Luego de seguir con el procedimiento de su desayuno, cortó un poco de fruta para él y preparó café para Sehun ya que sabía que éste amaba tomar aquella bebida caliente en las mañanas.

Preparó la mesa colocando cada plato en su respectivo lugar, los vasos donde se ubicaban y las cucharas al lado de los platos. Todo estaba más que listo. Pensándolo bien, a lo mejor su futuro matrimonio no sería malo después de todo, puesto a qué estaba amando esa rutina nueva.

Estaba felicitándose en su mente por su gran trabajo, cuando inmediatamente su zona auditiva captó los pasos que provenían de los escalones que daban con el piso de arriba. 

Cuándo levantó la mirada, pudo divisar a la silueta de Sehun salir de la habitación de arriba. El hombre bajó los escalones, encontrándose con el exquisito aroma casero que desprendía el desayuno que estaba situado sobre la mesa.

Se veía delicioso desde su distancia, y cuando estuvo cerca lo pudo presenciar aún más por los olores que desprendía los colores que reflejaba con brillo.

Aproximándose con pasos lentos hacia Baekhyun, llegó y con la punta de la yema en su dedo pulgar, retiró en un desliz la pequeña y pícara gota de masa sobre su mejilla derecha.

—¿Siempre fuiste así de descuidado?—preguntó sonriente.

Y con aquello, un pequeño pero seguro sonrojo, se apodero de sus mejillas.—V-vamos a comer.—titubeó, empujándole de los hombros para que tomaran asiento en la mesa.