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No paraba de sonreír, estaba contenta tal vez las cosas mejoraría, como dijo el señor Dimitri los tiempos de cambios nos hacen evolucionar, y solo mi nube gris tal vez sea solo pasajera.

Observo las hojas del árbol caer, ella se hacía trepada encima de un tronco, sus pies colgaban mostrando sus pies descalzos, había fracaso en el conjuro de su bloqueo de esencia, pero necesitaba el libro rojo, pero su madre lo tenía oculto en alguna parte de la casa, porque tanto temor tenia fue el principal caos, pero debía buscar de todas esas páginas cual fue que Ivanna conjuro.

Su situación con ella no era buena, después de lo ocurrido hace años entre ellas tenía un poco de rencor, su madre dejo de enseñarle y debía también ella arreglárselas como Analea lo hacia

Escucho a su padre hablar con alguien, poniéndola alerta, se inclinó un poco buscado donde se encontraba, subió más arriba, lo vio platicando con el señor Carlos y su hijo. El corazón de Analea latió frenéticamente. Pero los recuerdos del beso la perturbaron.

_Analea te vas a caer_ su madre dijo por la ventana que la observaba

_No, me voy a cae..._ resbalo con su mano

El lobo que se encontraba algo lo alarmo que corrió hasta donde Anaela estaba por caer del árbol cayendo en sus brazos

_Te tengo_ dijo el con una sonrisa

Analea se quedó muda, mirando al lobo ser sostenida entre sus brazos, Carlos igual se quedó ahí, sin parpadear, recorrió su rostro sus labios entre abiertos, esos labios que mostraban ser carnosos y besables, sus manos que sostenía sus piernas se estremeció un poco al tener tacto con su piel sedosa

_Gracias _ dijo ella ruborizada _ creo que.

_Oh si perdón, _ la bajo con cuidado _ parece que algunas cosas no cambian_ bajo su visa a sus pies

Analea bajo la vista enroscando sus dedos, mordió sus labios ante el nerviosismo sin saber que decir, su padre llegó preocupado, reprendiéndola de que no le gusta que se suba de esa manera, ella se disculpó tímidamente era mejor meterse a la casa.

Carlos la vio de reojo y como ella correspondía al igual.

El padre del lobo observo a su hijo de regreso, notándolo pensativo, Carlos observo su mano que aun temblaba, era curioso, pero recuerda que años atrás paso lo mismo al tocarla esa electricidad, que desprendía era imposible tocarla, pero ahora era diferente, esa sensación aun la tenía, se frotó su mano, tratando de quitarla la comezón, pero no podía

_ ¿pasa algo Carlos? Desde que salimos de la casa de los Walmon te note extraño

_No es nada, es solo que será.... olvídalo no es nada importante

_Posiblemente no sea importante, pero ver como estas, aun así, me gustaría saber que te puso así hijo

El lobo hizo una mueca, sería tonto comentarle a su padre, no era un jovencito con dudas era un hombre experimentado y sabe de la vida en lo que cabe, pero esa niña tenía algo que no podía dejar de verla.

_Puede uno sentir tanta electricidad por alguien_Dijo, pero después de comentar se soltó a reír por su estupidez

Carlos padre lo observó curioso ¿Electricidad? Solo ocurre con ...

_Vez te dije que era estúpido, olvídalo

_ ¿Quién te provoco electricidad? _ lo vio a los ojos esperando una respuesta

_Analea padre ella, es curioso porque mi lobo esta algo incómodo con ella, pero no detecto ninguna esencia

_ ¿Analea? No hablas enserio

Eclipse de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora