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La tomo de la cintura, su piel tan distinta, tan sedosa, mostrando olas de calor, sus besos torpes, no era correcto, era lo único puro que conoció y lo tomaría, la bruja se aferró a su cuerpo pasando sus manos por su camisa y poco a poco quito los botones que cubrían su piel pálida, el gruño ante la atracción que explotaba hasta su mismo miembro, había pasado tiempo que no estaba con una mujer, desde que volvió a ver alexia hace seis años.

Rompía todas las reglas de la atracción, tragándose sus propias palabras de no follarse a una bruja y eso estaba haciendo.

Anaela soltó un gemido, agradecía que su loba estuviera bloqueada porque si estuviera no podría hacer esto, pero tenía enojo, en su corazón se estaba volviendo oscuro.

Desabrocho su pantalón dejando caer, hasta el mismo bóxer, y como el jadeaba ante las manos inexpertas pero que lo excitaban, quedó con su verga expuesta Analea bajo su vista de reojo asustanda, el vampiro la tomo del rostro

_Estas a tiempo, pero si no_ tomó su mano obligándola a tocar su miembro que endurecía

Ella gimió como la obliga a masturbarlo logrando más endurecer, se colgó de su cuello, llevándola aquel sofá sentándose, ella se acomodo encima de su cuerpo aambas piernas quedando en cada lado y como su verga palpitaba.

_No esperes ternura porque no lo soy_ dijo aparándose de sus labios_ aun estas a tiempo bruja

Analea no pararía, le atraía tanto Dimitri solo quería saber que se sentía estar con él, Carlos no la merecería y estaba harta de sufrir, volvió a besarlo indicando que estaba segura de hacerlo.

Analea solo quería sentir y quitar la desilusión que afligía su corazón, fuera con otros brazos que no le eran indiferente, y de los cuales sabía que a esa vampira seria una tortura para la eternidad un deseo culposo. Ver su cara seria el mejor golpe.

Las manos de Dimitri recorrían cada centímetro de esa piel desnuda, continuo su espalda su cintura volvió a subir hasta comer uno de sus grandes senos, ante la vista de Analea que tenía la boca entre abierta la puso en su boca, succionando, la bruja soltó un gemido de placer, moviendo sus caderas, la lengua del vampiro jugaba con su pezón poniéndolo duro. Hizo lo mismo con el otro dejándolos tan sensibles, ella seguía recargada sobre sus hombros, esperando que el calor parara saliendo de su centro humedecido.

La mirada del vampiro cambio a una sobriedad oscura, debía controlarse no lastimarla, cosa que sería difícil mas en la posición en la que estaban, apretó sus nalgas con fuerza, empujando para que se moviera con violencia

Jalo su cabello negro con violencia soltando un grito la bruja, y como esos ojos rojos la observaban esperando que se arrepintiera, pero no lo haría.

El sonrió ante la valentía que tenía, levanto su trasero solo un poco para introducir su verga pasando sus dedos preparándola, la humedad de ella indicaba que lo deseaba, cosa que lo excito más al vampiro.

Analea sobresalto el roce de su carne endurecida,

_Tómalo tu _ ordeno el vampiro con una voz distinta_ entiérrate en mi verga, pero después de esto entre tu yo cambiara todo entendió cumplirás tu promesa y no volveremos a vernos.

Ella asintió estaba de acuerdo, después de esto no sabía cómo verlo de nuevo a los ojos.

Tomo su verga endurecida y como sus venas palpitaban por enterrarse en su interior. Pero ante todo le había ganado Alexia en algo el fue suyo primero..

Puso su otra mano en su hombro y la otra introducía poco a poco estaba algo incomoda, el vampiro miro quería convertirse en mujer eso le daría. Su verga

Eclipse de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora