Capítulo Trece

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A pedido de ustedes, princesas♡❤♡
***** Maratón 1 - 3 *****

Nos sentamos todos juntos haciendo un círculo grande encima del césped.

—Y bien, amigos, ellos son mis hermanos. Jazmín y Anddy. —Los señalé.

Ya sé que en el salón los presentaron, pero no importa ¿No?

—Y hermanos, ellos son: Carlos, Angela, Kamila, Alejandra y... Aquim que ya lo conocen. —Los fui señalando uno por uno.

Se saludaron entre ellos y al terminar volvieron a sus lugares.

—Hola guapo. —Alejandra le coqueteó a Anddy.

Uy no. Mmmmmh...

—Hola. —Sonrió Anddy.

—Bueno ahora somos tres hombres. —Dijo Carlos.

—¿Les molesta? —Fruncí el ceño.

—Nop. —Me sonrió. —Es agradable... Y es tu hermano.

—Gracias, eh. —Me crucé de brazos.

—Pero, no es más sexy que yo.

—Uy sí, claro. Pinche celoso. —Reí.

—Sabes que siempre estaré para ti. ¿No? —Hizo puchero.

—Lo sé, hermanito.

Bueno, es verdad, como ya se los he mencionado. Carlos es mi amigo desde que tengo memoria. Y espero que eso nunca cambie.

Estábamos comiendo cuando Edward pasó cerca de nuestro "Hermoso círculo de la amistad".

Lo miré y él me miró rodando los ojos. Pero... ¿Qué rayos?... Oh, cierto. Notó mi rechazo con torpeza.

Es que soy ¡Aaaahhh!

Llamé a Angela, Alejandra y Kamila, y nos fuimos al baño.

—Y bien. ¿Qué pasó? —Preguntó Angela curiosa.

—Edward y yo vamos a hacer el trabajo de Ciencias juntos, pero algo que temía que pase es que Edward me quería agarrar la mano... y yo la esquivé rápido... él se dio cuenta. —Fruncí el ceño frustrada. —¡Está molesto! Pero, ¡Yo no tengo la maldita culpa!

—¿Qué? Pero, él es un buen chico... Yo que tú, sí le doy.

—¿Aquim es tu amigo? —Pregunté sarcástica.

—Sí. Pero... Yo no lo veo muy enamorado.

¿Qué? Se me hizo un nudo en la garganta. Mierda.

—¿Cómo dices? Pero, él...

—Megan... A él le gustas porque eres popular.

Popular. ¿Yo? Sí, claro... Si me juntara con las plásticas esas arrogantes y los jugadores esos que ya estuvieron con la mayoría de las chicas del colegio, otros arrogantes. Ahí llámame popular.

—Yo ¿Popular? ¡Popular las pelotas de Winnie The Pooh! —Grité.

Y esas sí que son populares.

—Le gustas al chico más popular del colegio.

—¿Eh, Edward? —Pregunté y Kamila asintió. —Tal vez, él sí sea popular, pero yo no. ¡Jamás!

—Que le gustes, te hace popular.

¡DIOS! ¡QUÉ NO! ¡JODER!

—Tienes que aceptar la realidad.

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