Desde el principio

Capítulo Once

POV Edward:

Después de que Megan se fue con Angie y mi primo Niall.

Tuve que esperar una hora o hasta más para que los invitados se vayan.

La verdad es que al llegar a la puerta de mi casa no supe que rayos hacer.

Me gusta mucho mi casa, es muy grande (gracias a mis padres quienes se esmeran en su trabajo), es agradable y tiene un aroma  relajante con olor a limón gracias a Doris, la empleada, aunque hoy tiene el día libre. Mi lugar favorito de mi casa, a parte de mi cuarto, es la terraza porque simplemente es relajante ponerte a pensar y razonar mientras ves el cielo, amanecer, atardecer, todos se ve hermoso desde allí.

Abrí la puerta y vi a Mabel, mi gata de unos catorce años, ella se encontraba esperándome. Cerré la puerta.

La acaricié un rato y la cargué para acariciarla en uno de los sillones de la sala.

Me senté en mi sillón favorito, era muy suavecito y cómodo. Puse una almohada en mi regazo y coloqué a mi gata encima. La empecé a acariciar tranquilamente a lo que ella ronroneaba.

La verdad es que amo a mi gata, cuando ella no esté sería para mí algo difícil de superar. La tengo desde que yo tenía unos dos años. Obviamente la amo.

Estuve pensando en lo que traté de hacer hoy: Besar a Megan.

La verdad es que fue una mala idea, desde el hecho de que nos conocemos muy poco hasta el hecho de que tiene enamorado.

Me siento muy confundido, no es agradable pensar en que la chica que te gusta tiene pareja.

Y muchos de ustedes lo saben.

Desde el momento en que la vi me gustó, ver su lado adorable y tímido cuando se presentó.

Me empezó a gustar más por lo que yo veía como se sonrojaba cuando le hablaba. Y más aún cuando dijo que le atraían mis ojos verdes.

Por eso pensé que nos gustábamos mutuamente.

Y por eso también la besé, pero fue error mío, ya que al final quedé como imbécil y tuve que disculparme.

Si se me permite ser sarcástico...

¡Qué hermoso!

Y hoy cuando me dijo que si YO hacía algo indebido, dejaríamos de ser amigos, me frusta esa idea.

Tendré que mantener mis sentimientos ocultos por el momento.

Sólo quisiera que sepa que cualquier cosa que pase estaré a su lado.

Aunque no nos conozcamos lo suficientemente para ser amigos con derechos yo haré lo que sea para metérsel... Bien, es broma.

Aunque no nos conozcamos lo suficiente, siempre estaré a su lado.

Suena muy precipitado y todo, pero déjenlo así, nada, ni nadie cambiará mis sentimientos.

¡Uf qué cursi, Dios, el amor me apendeja!

Ya eran las tres y salí a comer con Louis y Dallas, mis raros, idiotas, locos, pervertidos y dementes amigos.

Espero que les haya quedado claro de cómo son.

Nos encontramos en un restaurante, en el que habíamos quedado, nos saludamos y nos acomodamos.

Llego el mecero y nos atendió, pedimos la comida y a los diez minutos llegaron nuestros pedidos.

Decidimos almorzar primero tranquilamente para después poder conversar.

Es divertido salir a comer y a pasear con tus amigos. Como que te alegran el día.