XXIV

151 21 13
                                    

Las horas pasaban y mis dedos se quedarían si uñas pronto.

Los nervios me carcomían por dentro mientras miraba fijamente aquella puerta de una enorme fábrica que parecía abandonada.

¿Para qué mierda necesitaría venir aquí?

Sentía que estaba cada vez más cerca de descubrir todo, un pequeño presentimiento picoteaba mi pecho con esperanza. Quizá después de todo, no había perdido todavía.

Pronto la silueta de Frederic sale exhausta, llevaba la ropa intacta pero su rostro demacrado me dejaba ver algo de aturdimiento.

¿Qué tanto pensaba?

Una persona que se veía así era por dos razones: practicaba bastante deporte, o simplemente ocultaba algo.

Y seguro era la segunda.

Observo cómo el hombre entra a su auto y espero unos minutos más para comenzar a seguirlo.

No tenía mucho tiempo para malgastar ahora en realidad pero debía asegurarme que no hablase con nadie más que pudiese servirme como testigo cuando hablara con las autoridades.

Sin embargo cuando ambos tomamos el camino principal, se que se dirigía de vuelta a casa... con Zayn.

**

-¡No me la creo!- grita estruendoso

-Lo siento pero te recuerdo que sufrí un accidente y apenas y recuerdo mi nombre- digo sarcástico

-¿Entonces por qué no lo vemos ahora?- sugiere Ian caminando hasta el televisor de la sala- Estoy seguro que te encantará

Sonrío divertido y asiento en aprobación. Este chico era muy persuasivo cuando de musicales se trataba, y no tardó en sorprenderse cuando le dije que jamás había visto Mamma Mía.

Hoy tenía ganas de cocinar, compré pato y algunos vegetales que ocuparía para preparar la cena. Me remordía la conciencia que me la hubiese pasado tan bien con Liam cuando Frederic de verdad había estado intentando ser un poco más dócil conmigo.

No me arrepentía, pero si me era un peso sobre los hombros.

Asi que una cena deliciosa sería como mi disculpa por haberlo hecho, aún cuando el no necesitaba saberlo. Además, Ian se había ofrecido amablemente a ayudarme cuando nos encontramos esta mañana en el patio trasero mientras regábamos los hermosos helechos.

Me alegraba haberme hecho su amigo tan rápido, era muy agradable y excéntrico. Jamás me aburría de escuchar sus mil y un anécdotas de algo llamado Broadway... el trabajó en USA por un tiempo, así que amaba recordar sus tiempos mozos.

Y sobre todo, el era un amigo que no tendría que ocultar. Frederic ya estaba enterado de que hablábamos y por alguna extraña razón, no mostraba ningún problema con ello.

Tenía luz verde para tener su amistad.

-¿Y entonces a qué hora llegará tu amor?- pregunta Ian con una hermosa sonrisa

-Bueno...no estoy seguro- me encojo de hombros- quizá a las 6

-Perfecto- chasquea la lengua- Aunque todavía no entiendo a qué se dedica tu novio, es muy callado

-Si, el es así... ni siquiera yo entiendo bien lo que hace- ambos reímos mientras comienzo a pelar algunas patatas.

-¿Y lo amas?- pregunta sonrojado- es solo que, mi relación con Chris ha tenido problemas últimamente y no sé cómo lucen las almas gemelas

In Your Eyes / Z.P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora