VIII

157 20 14
                                    


Abro los ojos con pesadez y me deslizo fuera de la cama.

La cabeza me mataba  pero no estaba en condiciones para elegir entre ir a trabajar o no.

Muevo mi cuello un par de veces haciéndolo tronar y decido a ir directo a la cocina, siempre Tomaba una taza de té antes de irme.

Era un tipo de tradición que había hecho, no sabía de dónde salió pero a Frederic no le molestaba.

A veces me preguntaba si yo había sido así siempre, es decir, no es como que sea malo ser yo pero, algunas veces siento que me reprimo a mi mismo... no salgo a buscar lo que quisiera.

Dentro de mi pecho aún sentía un sentimiento extraño de vacío,pero claro, era normal.

Cálmate, Leo.

Solo estaba paranoico porque Frederic no estaba.

Me llevo la taza de té a la boca para darle el primer sorbo y cierro los ojos intentando disfrutarla.

Ayer había sido un día un tanto difícil. No lograba entender que me había sucedido, ni siquiera recuerdo muy bien lo qué pasó más que comencé a sentirme mal cuando hablaba con la mesera.

Ese chico... era raro.

Desde el primer día en que tuvimos ese incidente, sabía que algo estaba muy extraño con el, pero es muy agradable.

Liam era tierno, y quisiera o no, yo había sido quién aceptó comenzar a hacer amistad.

Por supuesto que sabía que eso me traería problemas con Frederic cuando se esterara, pero valdría la pena. Incluso si todo sale bien, podría invitar a Liam a cenar aquí en casa para que se conozcan y vea que es una buena persona.

A veces sentía que lo que le tenía a Frederic no solo era cariño, era más bien...miedo. No uno que me reprimiera, pero si uno que me hacia sobre pensar las cosas.

El doctor me había dicho que era porque era prácticamente un desconocido para mi desde que perdí la memoria, pero se sentía demasiado extraño.

Aún así, quería dar todo de mi para que lo nuestro funcionara. Si estaba con el era por algo, además, en el tiempo que he convivido con el siempre me ha tratado de lo mejor.

Quizá si era feliz.

Tomo mis llaves y peino un poco mi cabello antes de salir rumbo al local.

¿Será que vería a Liam hoy?

Niego divertido y bajo la mirada apenado. Parecía un niño pequeño emocionado por llegar al jardín cuando hacía su primer amigo.

Esperaba que yo le fuera tan agradable como el a mi.

**

- ¿Y qué pasó?-

Carraspeo un poco antes de pasar las palmas sobre mi cara. Me quería arrancar el cabello ahí mismo.

-Solo lo dejé en casa- digo mirando por unos segundos la pantalla de la llamada en progreso.

-Asegúrate de que esté bien, no puedes dejarlo así Liam- reclama el rizado

-Lo se-

Harry me había marcado temprano para saber cómo me había ido.

Después de tomar la rápida decisión de mudarme aquí dejando todo atrás, mi corazón había vuelto a latir como antes. No iba a mentir, sinceramente me parecía una completa locura todo lo que estaba haciendo, pero valdría la pena porque era por él.

In Your Eyes / Z.P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora