XXVI

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Abro los ojos debido a un tenue rayo de luz que golpeaba mi rostro.

El peso de un cuerpo revolviéndose somnoliento me hace girar sobre mi espalda. Sus castaños cabellos revueltos descansaban sobre su frente mientras algunos rastros de sudor recorrían esa
tersa piel.

Era increíble como tenía la oportunidad de despertar junto a un hombre tan hermoso, y no podía sentir absolutamente nada como él lo hacía por mi.

Me levanto de la cama con cuidado de no ser muy brusco y camino hasta el cuarto de baño para lavarme la cara.

Tenía restos de saliva y lágrimas por las mejillas. La noche anterior me había roto la cabeza pensando en aquel mensaje de texto que había recibido.

Algo dentro de mi se moria de ganas por ir a esa reunión... quería salir de esta casa tan asfixiante y sentirme libre solo una vez más.

Sin embargo mi mente me traía una y otra vez el rostro de Liam. Sabía muy bien que la verdadera razón por la que ansiaba ir, era para poder encontrármelo.

Pero no podía.

No debía.

Si tenía un gran defecto en mi persona, era el rencor que podía guardar dentro de mi, y el hecho de que mi orgullo dominaba mis acciones ... aún cuando alguien me importaba.

-Buenos días-

Giro mi rostro hasta la puerta abierta del baño y veo la alta silueta de Frederic delante mío.

Desliza una camiseta blanca sobre su cuerpo y sonríe con apenas un hilo de su boca.

-Hola- digo con una débil voz.

-Prepararé el desayuno-

Frota sus palmas entre sí y camina para salir por la puerta de la habitación.

-Espera- intento alcanzar su paso y me asomo por el barandal de la escalera- ¿No irás a trabajar?

Era muy raro que él se quedara en casa. A decir verdad me sentía aliviado de tener compañía, sin embargo también significaba que no podría ni siquiera llamarle a Harry para disculparme.

No podía decir nada aún.

-No cerrarán la empresa si no voy un día- chasquea la lengua y continúa su paso hasta la cocina haciéndome suspirar.

Buenos días para mi.

**

Paso el torso de mi mano sobre el sudor que recorría mi frente.

No sabía cuánto tiempo había pasado ya pero el dibujo frente a mi lucía completamente increíble.

No  solo porque era creación mía, sino porque era la primera vez que veía este lugar en mi mente. Había sido casi como brujería que mis manos comenzaran  a bocetear con certeza cada uno de los objetos de ahí.

Era una habitación extraña.

No parecía un departamento exactamente pero sabía que la había visto de algún otro lado.

In Your Eyes / Z.P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora