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Hoseok despertó de manera lenta, el dolor de cabeza acompañado del sofocante calor que envolvía su cuerpo lo obligó a removerse en la cama con algo de brusquedad hasta que logró zafarse de los fuertes brazos que lo aprisionaban, no midió la distancia de sus movimientos y cayó de lleno al suelo, soltando un débil quejido. Cuando se reincorporó no pudo evitar colocar ambas manos en su cabeza debido al sin fin de imágenes de lo acontecido la noche anterior, decir que se sentía aturdido sería poco. 

Sus ojos se abrieron de manera exagerada y se levantó lo más rápido que pudo, viendo a Seokjin dormir de manera despreocupada sobre la cama, su desnudez era cubierta por una delgada sabana blanca, por lo que Hoseok sintió un fuerte calor invadir sus mejillas y aunque no lo quiso, terminó mirando su propio cuerpo, él también se encontraba libre de prendas y tenía un par de marcas y uno que otro moretón en los brazos, parte del abdomen y muslos. Tragó saliva bastante avergonzado, se puso una bata de baño blanca y abandonó la habitación con pasos rápidos para dirigirse al baño, encerrándose en el mismo.

Una vez que estuvo allí se acercó al lavamanos y abrió la llave del mismo, sus manos dieron directamente con el agua fría y con ella se encargó de mojar su rostro con el fin de tranquilizar la ola de emociones que estaba invadiéndolo en ese momento, cuando sintió que era suficiente cerró la llave y su mirada se enfocó en su reflejo, ahogó un grito y se obligó a ladear un poco la cabeza, observando con total atención la marca oscura que se encontraba en su cuello. 

Hobi, eres tan bonito.

La voz de Seokjin resonó en su cabeza.

Te quiero.

Déjame marcarte.

No sabía como reaccionar ante semejantes recuerdos, su lobito había reaccionado al celo del alfa, lo ayudó con su celo como si de su pareja se tratase y al final cuando el momento de la marca llegó él solo...

Lo siento Jin, no puedo.

Recordaba haber dicho eso en el momento en el que el alfa incrustó sus incisivos en la separación de su cuello y hombro, dejando claro en ese momento su total rechazo a un lazo con el hombre, quien se mostró herido, respondiendo con una mirada fría y un gruñido en bajo.

No eres tan bueno como mi Jimin.

Su pecho ardió ante ese recuerdo y no tenía idea de cómo vería a su mejor amigo a la cara después de compartir un momento tan desagradable e incómodo, quizá lo mejor para ambos en esos momentos era poner un poco de distancia entre ambos y no existía una mejor manera de hacerlo que mudándose cuanto antes, sin duda Hoseok tendría que buscar otro sitio en el que vivir, había retrasado por mucho tiempo esa situación pero ya era momento de enfrentarla.

—Dioses, las pastillas anticonceptivas, ¿dónde rayos las puse?—Expresó con pesar y salió del baño con pasos rápidos, impactando de lleno con un cuerpo más grande que el suyo que lo obligó a retroceder con lentitud. Su mirada se encontró con la de Seokjin, quien lo observaba con una expresión que el omega no pudo descifrar.  

—Buenos días.—Saludó con bastante naturalidad y Hoseok lo miró mostrándose bastante extrañado.—Hoseok, de verdad lamento mucho lo de anoche y me disculpo si te forcé a algo que no querías, no pensé que mi celo se adelantaría, por eso no tenía supresores a la mano. Dime, ¿te hice daño?, si sientes un dolor, así sea mínimo házmelo saber y te llevaré de con un doctor de inmediato, yo...

—Espera, espera—Lo cortó el omega bastante aturdido por lo rápido que el alfa estaba hablando.—Seokjin, tú, ¿no recuerdas nada de lo que pasó anoche?—Cuestionó con nerviosismo, sintiendo los acelerados latidos de su corazón y recibiendo una negación por parte del hombre frente a él.

That family is mine [2Seok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora