That family is mine [2Seok]

[02]

—Hoseok, de verdad lo siento mucho, pero no puedo hacer esto.—Expresó con severidad y se levantó de la mesa con algo de brusquedad para marcharse a pasos acelerados, dejando en blanco al omega, quien no pudo hacer más que observar a su pareja abandonarlo en ese sitio bajo miradas llenas de lastima de parte de las personas que se percataron de su conversación.

.
.
.
.

—¡Jungkook, no puedes hacerme esto, por favor!—Seokjin despertó sobresaltado por la exclamación y miró a Hoseok, quien todavía dormía con una expresión llena de pesar y lagrimas presentes en sus mejillas.—Jungkook—Lo nombró nuevamente en un débil susurro antes de voltear, dándole la espalda al alfa, el ceño del pelinegro se frunció al escuchar débiles quejidos del cachorrito que descansaba a pocos metros de ellos, producto de las feromonas de su progenitor, sin pensarlo demasiado Jin se permitió dejar escapar un poco de sus propias feromonas y de su aroma con el fin de tranquilizar el ambiente, cosa que le funcionó, pues poco después los quejidos de Taehyung dejaron de escucharse y ahora Hoseok se notaba mucho más tranquilo, incluso había dejado de llamar a Jeon.

—No te preocupes, Hoseok—Habló en un susurró mientras colocaba una de sus manos en el hombro del omega.—Todo estará bien, cuidaré de ambos mientras me sea posible.—Prometió con una expresión relajada al notar que las feromonas del rubio disminuyeron considerablemente, la parte lobuna del alfa que se encontraba en un estado de preocupación excesiva había logrado relajarse, así que Seokjin se permitió acomodarse nuevamente en la cama.

La tranquilidad que empezaba a envolverlo se esfumó cuando su mente se enfocó en las pesadillas del omega, preguntándose hace cuanto empezó a tenerlas, esperando que durante su estadía en su hogar estas desaparecieran, se mantuvo pensando en ello mientras miraba al techo, preguntándose como llevaría su vida en ese momento, tan solo unas horas atrás no tenía que preocuparse más que por el desastre que su madre pudiera hacer, pero ahora se sentía un poco ansioso, imaginándose como sería la vida ahora que el omega y el cachorrito formarían parte de sus días.

—Jeon, sé que has causado daños graves pero al mismo tiempo has eliminado mi soledad, así que cuidaré bien de ellos...—Expresó en un susurro sin dejar de mirar a la nada, antes de perderse en un profundo sueño.

[💖🍼]

Hoseok despertó con lentitud al sentir un peso sobre su cuerpo a la par que un exceso de calor que empezó a sofocarlo e incomodarlo, abrió los ojos de manera lenta y observó el pequeño rayo de luz que se percibía en la habitación, colándose por las persianas mal cerradas, se sentía confundido al no reconocer el sitio hasta que los recuerdos de lo acontecido la noche anterior lo golpearon con fuerza, entendiendo con quien se encontraba en esos momentos.

Sin pensarlo mucho volteó un poco la cabeza, encontrándose con el rostro de Seokjin que se encontraba a poca distancia del suyo, el alfa de cabellos negros dormía tranquilamente con una dulce sonrisa dibujada en sus labios, su pierna derecha aprisionaba con fuerza las del omega, mientras que su mano derecha descansaba cuidadosamente en su cintura por lo que una mueca algo incomoda se dibujó en los labios del rubio.

Movió ambos brazos con delicadeza, intentando apartar la mano de Seokjin de su cintura sin despertarlo, le costó un poco de trabajo pero empezó a moverla, estando apunto de ser liberado, sin embargo, el alfa gruñó antes de apretar su agarre por lo que Hoseok se vio en la necesidad de luchar un poco con el firme agarre y como resultado de la brusquedad de sus movimientos terminó de lleno en el suelo, gracias a una patada que el alfa le ofreció de manera inconsciente.