That family is mine [2Seok]

[07]

Hoseok se encontraba sentado en la oficina de Yoongi, ambos revisando las evidencias del nuevo caso que le había sido asignado al alfa de piel pálida, quien mantenía el ceño fruncido en señal de total desagrado ante lo que estaba leyendo.

—Definitivamente no voy a tomarlo.—Expresó el alfa con una expresión severa y dejó de lado la carpeta que minutos antes le había sido entregada, sorprendiendo a Hoseok, quien todavía se mantenía leyendo el testimonio del hombre que aspiraba a ser defendido por el abogado Min.—Es evidente que fue un homicidio doloso.—Comentó el alfa con una expresión que el rubio no pudo descifrar.—Yo puedo ser muchas cosas pero no pienso defender a una persona que cometió semejante atrocidad, no otra vez.—Sentenció.

—Yoongi...

—Esa omega era su pareja, Hoseok, ¿cómo es posible que le hiciera esto?—Yoongi se puso de pie de manera brusca y tomó en manos nuevamente el documento que contenía la declaración del hombre.—¿Qué tan miserable se tiene que ser para creer que solo por marcar a un omega ya es tuyo?, era solo una niña, eran casi doce años de diferencia y para colmo la omega estaba en cinta.—Un gruñido escapó de sus labios y se obligó a sí mismo a tranquilizarse.—No pienso tomar este caso, mi ética no me lo permite, devuélvele esto al alfa Choi, si alguien acepta tomar el caso esta bien, y si no, espero que ese alfa se pudra en la cárcel.—Sentenció antes de abandonar la oficina, cerrando con un fuerte portazo que asustó al rubio.

Un suspiro lleno de pesadez escapó de los labios de Hoseok, quien se levantó con rapidez y empezó a juntar los papeles que se encontraban regados en el escritorio de Yoongi para después organizarlos y devolverlos a la carpeta que se les había entregado.

Entendía el sentir de Yoongi respecto al caso, pues, un par de años atrás, cuando el omega rubio trabajaba como pasante en el lugar Yoongi recibió un caso parecido de un alfa que no solo había asesinado a su pareja, sino a sus cachorritos que no pasaban de los seis años de edad.

La defensa de Yoongi fue un éxito, pues el hombre resultó en libertad y un par de semanas después la hermana menor del alfa desapareció, siendo encontrada poco después, el mismo alfa que Yoongi defendió se convirtió en el verdugo de su hermana menor quien en ese entonces contaba con veinte años.

La atención de Hoseok se desvió a su teléfono en cuanto lo escuchó sonar y observó el mensaje que la madre de Seokjin le había enviado.

"Hobi, recuerda que mañana es el evento en el instituto donde Jin trabaja, no olvides pedir permiso en tu trabajo."

Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios antes de responder con un "ok, lo haré"  y guardó su celular en su bolsillo derecho para después tomar la carpeta y salir de la oficina de Yoongi con pasos tranquilos en dirección de la oficina de su jefe.

Cuando estuvo frente a la puerta dio tres suaves toques y se adentró al sitio, encontrándose no solo con su jefe, sino también con el hijo menor de este, quien nuevamente le dedicó una mirada que no le agradó en absoluto, más bien, logró incomodarlo.

—Buenas tardes.—Saludó Hoseok con una sonrisa tranquila, y de inmediato el saludo le fue devuelto por ambos alfas.—El alfa Min decidió no tomar el caso, usted ya conoce sus antecedentes, así que fue un error intentarlo en primer lugar.—Expresó con seriedad, dejando la carpeta sobre el escritorio del alfa Choi, quien formó una mueca desconforme en sus labios.

—Pensé que lo aceptaría, las circunstancias son completamente diferentes al caso Cha—Comentó mirando la carpeta.—En esta ocasión se trata del hijo del Ceo Song Joong Ki, si ganamos este caso la entrada de dinero será grande.—Suspiró un poco frustrado y Hoseok negó.

—El hecho de que el alfa sea hijo de un Ceo tan importante como el alfa Song no lo exime de la gravedad de su crimen, la víctima Han Soo Hee tenía solo veintiún años, mientras que Song Kang tiene treinta y tres años, además la señorita Han estaba embarazada, dudo mucho que haya un solo abogado en Seúl que quiera tomar su caso, así que lo mejor sería rechazarlo totalmente.—Opinó con seriedad y su jefe lo miró.