— Gracias Alex, estaré ahí en 10 minutos- pronunció el pelinegro antes de cortar la llamada.
Samuel agradecía que al menos uno de sus amigos le haya contestado los mensajes, ya estaba empezando a impacientarse. Descubrió dónde estaba Willy e iría a recogerlo. Se puso lo primero que encontró en su armario, un pantalón, un polo y una chaqueta. Tomó lo necesario, dinero, llaves y su celular para luego ir corriendo a la planta baja y tomar el primer taxi que se le cruzara.
*
Willy estaba feliz porque consiguió a alguien que le pudiera llevar de vuelta a casa, pero molesto porque ese alguien era Vegetta.
— No se tardará mucho... dijo que estaría aquí en unos cuantos minutos, solo queda esperar- dijo Alexby, mientras iban caminando y acercándose al paradero de taxis.
Cuando llegaron al punto, el híbrido se sentó en una de las bancas cercanas, con los brazos cruzados y un ligero enojo algo notable.
— Alesby, ¿De verdad no se va a tardar? Si nos demoramos más de 10 minutos me van a cobrar una hora más del parking- susurró nervioso Fargan al más pequeño
— No creo que tarde, solo esperemos, ¿Sí?
Ambos chicos empezaron a reírse y conversar entre ellos, el de boina verde rodó los ojos, de seguro ya se habían olvidado de que él seguía ahí y se habían encerrado en su pequeña burbuja de cariño.
Un pequeño estornudo que soltó hizo que pudiera captar la atención de la parejita.
— Salud- dijeron ambos al unísono.
— ¿Tienes frío, Willy?- preguntó Fargan.
— No, solo que respire un poco de polvo, nada más- respondió rápidamente.
La verdad no era esa, pero ya estaba harto con el tema de ser un híbrido que hablar de aquello no era lo que él quería para ese momento. Sentía como sus orejas se encogían y poco a poco empezaba a temblar.
— ¡Eh, ese de ahí!- gritó David señalando un auto- me parece que el que va adentro es Vegetta.
— Wow, vaya vista de águila
— De búho querrás decir- corrigió- los búhos ven mucho mejor de noche que las águilas
— Lo que digas- el menor soltó su típica risa- búho o águila, te quiero igual
— ¿Acabas de decir que m-
Fargan no pudo terminar de formular su pregunta, porque justamente De Luque había llegado y lo había interrumpido.
— Muchas gracias por cuidarlo, les debo una- fue lo primero que dijo el recién llegado- vamos Willy, no tenemos mucho tiempo
Willy ni se movió de su sitio por dos razones; la primera, no quería volver a su hogar con la persona que en primer lugar no le dejó salir, y la segunda, el frío que sentía no le permitía ni moverse del sitio en el que estaba, como llevaba un buen rato ahí ya estaba cálido y no quería salir de aquella pequeña zona de confort.
— ¿Vas a hacer un berrinche?- preguntó Samuel, sin obtener respuesta.
A esto, de manera rápida lo tomó en brazos para llevarlo dentro del auto.
— ¡Eh! ¡Ten más cuidado!- reclamó
— Te hubieras levantado tú mismo- respondió sin dirigirle la mirada- Señor, ya podemos volver, a la misma dirección de antes
El conductor les miró por el retrovisor y asintió, volvió a arrancar el carro y tomó rumbo al departamento.
Había empezado a llover, y lo único que se escuchaba en el vehículo era radio con música de los 80 que el chofer llevaba escuchando desde que Samuel había comenzado el viaje. Cuando llegaron a su destino, el mayor pagó el equivalente al viaje ida y vuelta y bajó del coche.
— Vamos Willy- dijo extendiéndole la mano
El menor miró despectivamente a esta, e ignorando el gesto de su compañero de piso, salió del auto y fue directo al departamento.
De Luque lo siguió por detrás, y Guillermo estaba apunto de dejarlo fuera del ascensor, pero él puso su brazo en frente para que no se cerrara y pudiera pasar. Cuando llegaron, el menor abrió la puerta con su llave, con intenciones de ir directo a su cuarto, pero Samuel rompió el silencio.
— Willy, espera- el mencionado se detuvo
— ¿Necesitas algo?
— Hablar contigo- respondió- sé que estuvo mal lo que hice, solo traté de protegerte y no confié en ti...
— No hay problema, si te sientes más cómodo, te perdono- aunque aún sentía un poco de molestia no puedo evitar decirle eso, parte de sus sentimientos le dieron una mala jugada y no pudo evitar perdonarle- eh, hasta mañana
Díaz le dedicó un pequeña sonrisa boba, la cual Vegetta le devolvió. Luego de eso, fue a la cocina a por algo de comer mientras le daba vueltas en su cabeza un asunto importante, no faltaba mucho para que el cumpleaños de Willy llegara y aún no sabía que sorpresa o regalo podría hacerle. Tenía más o menos una semana para pensar en aquello.
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siento que los capitulos están yendo muuuy lentos;; pero ya tengo una idea de lo que quiero que pase, soo espero poder escribirlo pronto para poder publicarlo:D
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Willycattus
Fanfiction-¡WILLY NO, NO TOMES ESO!- dijo Rubén, pero no a tiempo. Su amigo ya se había tomado la poción entera. -El dibujo de la portada no me pertenece, créditos a @millkyrry en Instagram