Willycattus

u n o

Era un día normal para Guillermo, disfrutaba sus días de joven y de vacaciones casi todos los días, y este no iba a ser la excepción.

Tendió su cama, se cambió su pijama y fue a tomar desayuno.

—Cereales, cereales... ¿Dónde están los malditos cereales?

—¿Buscabas esto?- una voz masculina apareció de la nada

—¡Ostias! No vuelvas a hacer eso Vegetta, eres un tontito- le quitó el cereal de las manos, a lo que el contrario respondió con unas risas

—Joder, es que me gusta verte asustado, te hubieras visto- lo imitó por unos segundos y luego volvió a carcajearse

—Calla- el mayor se estaba riendo demasiado que perdió el equilibrio y cayó al suelo- eh, el karma- siguió tomando tranquilo su desayuno

—Mgh- ayúdame a levantarme 

—Ni que estuvieras tan viejo para no poder levantarte solo- el chino le sacó la lengua y luego su celular para revisarlo

Rubius🐻

<Hey! No me preguntes cómo pero creo que vamos a tener que hacer una fiesta en mi casa esta noche... llámame cuando puedas!

Ese mensaje lo sacó demasiado de onda. ¿Fiesta en su casa? Bueno, no tenía ningún problema ya que no era su casa, pero él sabía que era una fiesta de verdad y no iba a querer ayudarle a limpiar tremendo cochinero a la mañana siguiente.

Rub, no sé que habrás hecho pero tienes que contarme>

Pensándolo bien la idea no le disgustaba del todo, podría ayudarle a cambio de algunas condiciones.

~Llamada entrante de Rubius🐻~

—Cuéntame

—Ehh... bueno, perdí una apuesta y ahora necesito organizar una fiesta y... no tengo tiempo, cuando puedas ven a mi casa necesito ayuda para ordenar todo-

—Uh, más lento veloci-

—¡¿LENTO?! Willy, si aún no te haz dado cuenta esto es muy urgente. Aquí te espero- 

Y el rubio colgó.

—¿E irás a ayudarle?- preguntó Samuel con mucha curiosidad y serenidad

—Claro que si- terminó lo último que quedaba en su tazón y fue hacía el lavadero- es mi amigo

—Y el mío también, solo- ten cuidado- soltó un suspiro- esas fiestas nunca me han dado buena espina...

—Eres un exagerado Veg, ¿Qué cosa mala me puede pasar? Nada, se cuidarme solo- tomó un abrigo y las llaves, se acercó a la puerta- vuelvo más tarde, o mañana

*

—Entonces, ¿Ya tienes todo?- preguntó el albino.

—Casi, a ver... la casa ya está limpia, los baños también, la cocina ordenada...

—¿Y los tragos?

—Mierda- Rubén sacó su celular y empezó a envíale un mensaje a alguien conocido

—¿No, verdad?

—Mmm... Listo, arreglado. David va a traer las bebidas

—¿...David?