Luego de la corta charla entre los tres, en la que le explicaron a Guillermo todo lo que había pasado, este no podía sentirse peor.
— Yo no quise...- habló él, soltando un par de lamentos.
La reacción era del menor era comprensible. Se volvía a sentir mal ya que, por culpa del alcohol, casi pasaba por otra desgracia.
— Eh, no es tu culpa ni nada parecido- Samuel se levantó del lugar en donde estaba para acercarse al contrario y darle un abrazo- mira, al final no pasó nada grave y eso es lo importante, ¿No?
— No... no lo entiendes- Guillermo se apartó del mayor, mientras sentía como su voz empezaba a temblar- no lo entenderías...
De Luque no estaba muy seguro de que hacer, y Rubén solo podía observar la situación con preocupación. Lo mejor era darle su espacio, y eso era lo que iban a hacer.
— Está bien chiqui, no hay problema- el de ojos amatistas le dio una pequeña palmada en la cabeza, y le dedicó una sonrisa- ¿Está bien si te acompaño a tu cuarto? Y en un rato te llevo un poco de agua.
Guillermo asintió, y sintió una lágrima salir, esta misma fue detenida y limpiada por el dedo del contrario. Él no obligaría a sus amigos a soportarlo así, por lo que aceptaría la propuesta que le habían presentado.
Rubén se quedó en el sofá mientras veía a sus amigos irse por un momento. No estaba seguro de qué hacer, se rascó la nuca en lo que pensaba. Dejando de lado el tema de Guillermo, pensó en que le gustaría hacer otras cosas diversas, sin embargo, no podía, o al menos no en ese momento. Vio a Samuel volver luego de un par de minutos.
— ¿Estará bien?- preguntó el híbrido de oso.
— No lo sé. Supongo que más tarde sí- respondió el mayor, mientras se dirigía a la cocina- ¿Quieres ayudarme a prepararle algo?- preguntó, señalando la mesa y dándole una pequeña sonrisa.
Normalmente se negaría, pero el ambiente pesado seguiría por un rato más, y eso podría ayudar a levantar el ánimo de ambos.
— Ci- respondió- solo te ayudo porque, aunque no lo creas, soy buen cocinero.
— Anda ya- el contrario soltó una risa- y yo soy un héroe por las noches.
— ¡Eh!- el chico le dió un pequeño golpe con su codo- ya verás, ya verás.
*
Por otro lado, Guillermo se encontraba sentado en su cama. Estaba en silencio, la única bulla era la que venía de la calle por algunos carros y la que hacían Rubén y Samuel de vez en cuando.
Para ese momento, ya se sentía algo más tranquilo, había pasado alrededor de media hora y veía en su mesa de noche un plato de comida junto a un vaso con agua.
¿Por qué tenía que arruinar las cosas así de repente?
Él se hubiera quedado más tranquilo sin saber la verdad, porque en esta ocasión, fue algo que le logró chocar de nuevo, haciendo que los recuerdos en su mente vuelvan a salir en la superficie y volviendolo a hacer sentir culpable por su aspecto.
No iba a negar que aunque ya hubieran pasado meses, todavía se sentía raro. Veía a Rubén como no se lo tomó tan mal, realmente quería hacerlo mismo con él.
Y hablando de Rubén, recordó lo que vió cuando el par llegó.
Él pensó que tal vez, si no lo hubiera arruinado, ahora tendría la explicación de Rubius sobre ello. Porque, aquella era la primera vez en la que él los veía de esa manera.
Debió haber pasado algo especial, pensó.
Suponía que por alguna razón, los chicos eran pareja. La expresión de sus amigos no era la de siempre.
Díaz pensó un momento en salir a conversar con ellos, pero la idea se esfumó cuando recordó que había escuchado el ruido de la puerta de la habitación de su compañero de piso cerrándose.
No quería pensar en qué estarían haciendo, pero tampoco quería entrar de mal tercio en aquel lugar.
¿Por qué, sabiendo la noticia, no se sentía contento por ellos?
El chico de cabellos blancos se dió la vuelta para tirarse directo a una almohada. Desde aquel día empezó a ver cada vez más diferente a Samuel, hasta el momento él no estaba seguro de lo qué pasó, pero de alguna manera sabía que le hubiera gustado que no solo hubiera pasado una vez.
Tomó su sábana y la acercó hacia él, desprendía un aroma agradable por lo que lo mantuvo cerca de él por un tiempo.
Si es que Doblas le confirmaba que estaban en una relación, lo cual era lo más probable que pasara, ¿Cómo estaría él con sus sentimientos? No sería tan fácil decir algo como "Oye, creo que me gusta tu novio y me di cuenta una vez que me acosté con él". No.
Pero, ¿Habría alguna solución a ello? No quería mentir y reprimir sus sentimientos, pero tampoco quería herir y entrometerse en la relación de su amigo.
Eran tantas las cosas en las que tenía de que pensar, que poco a poco el sol que quedaba fue abandonando el lugar, dejándolo totalmente a oscuras en el transcurso de unas cuantas horas.
Hubo un momento en el que, sin querer, se quedó dormido, abrazando aquella almohada con la que estaba desde el principio. Tal vez eso era lo mejor, descansar, ya al día siguiente vería cómo haría con el tema de Rubius y Samuel.
~
no tengo mucho que decir, solo que falta un mes para navidad:D
bueno,,, mi idea principal era que esto acabe en el capítulo 25, pero a este ritmo no creo que sea posible:'
por cierto, no estaba segura si hacer algo de rubegetta +18 aquí, pero no descarto la idea que pueda pasar, solo digo que estoy abierta a leer alguna idea para esto si es que alguien quiere👀
ya no escribo más porque el sueño me gana e iré a dormir): buenas noches, descansen bien y bonito<33
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Willycattus
Fanfiction-¡WILLY NO, NO TOMES ESO!- dijo Rubén, pero no a tiempo. Su amigo ya se había tomado la poción entera. -El dibujo de la portada no me pertenece, créditos a @millkyrry en Instagram