01: Park Jimin.

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"—¿Qué quieres decir con eso?

El hombre río amargamente negando con la cabeza—fuiste un desliz Park Jimin, un error... lo siento tanto".


Abrió los ojos agitado, su respiración era irregular, pasó una mano por su frente y quitó el sudor con cuidado. El reloj en la pared marcaba las siete de la mañana, con molestia se levantó de la cama y con pasos pesados se arrastró hasta el pequeño baño.

La reproducción automática en su estéreo comenzó haciendo sonar a Shinhwa en un volumen bajo, después de una ducha reflexiva en la que nuevamente se hacia suspirar por pensar en cosas que relativamente ya no tenían importancia, decidió proseguir con su día, abotonando su camisa del uniforme y anudando su corbata, fue entonces que una vez listo se encontró caminando a la salida.

—Vaya, se ve que no dormiste nada, ¿todo bien ojitos bonitos? —preguntó una voz a su lado cuando estuvo fuera de su casa.

—No me ignores Park Jimin, vamos ojitos, hueles bastante bien hoy —se burló la voz de nuevo, y ahí teníamos, de estatura promedio, con el cabello negro, con una fina cara y piernas elegantes, Park Jimin bufó mientras cerraba la puerta de su departamento, torciendo una vez más el número "99" de su puerta el cual siempre solía amanecer al reverso.

—Buenos días para ti también, Namjoon hyung —susurró Jimin bostezando, ni aquella ducha fría le había quitado un poco de sueño.

—¡Suerte en tu trabajo! —Musitó el alto hombre de cabellos verdosos. Jimin sólo levanto la mano caminando hacia el ascensor, esperaba que este día no fuera tan rutinario como los demás.


(...)


—Parece que no has dormido nada —Alguien más dijo en su dirección en cuanto puso un pie en la oficina. El cabello rojizo y la sonrisa burlesca de Kim Taehyung lo saludaron con todo esplendor.

—Piérdete Kim.

—Me gustaría, de verdad, hay tanto trabajo aquí y tanto que hacer ahí fuera —respondió el detective con una expresión soñadora. Jimin arrugó su nariz y caminó hasta su oficina, el pequeño cubículo que le habían dado en su ascenso del mes pasado.

—Buenos días detective Park, en cuanto leas esto, ve a buscarme a mi oficina.

Jimin tomó el portafolio azul marino de las manos de su jefe, quien logró sorprenderlo como cada mañana. Aquel alto y relleno beta siempre solía escabullirse y asustarlo en todo momento, era como un buen espía entrenado, nadie nunca sabría su próximo paradero.

—¡Qué bien que llegas! —exclamó una voz femenina rebotando entre las cuatro paredes, tacones chillaron sobre el suelo y el sonido de una silla correrse le hizo despegar su vista del portafolio. El omega alzó una ceja y dejó que aquella alegre castaña soltara la bomba que traía de energía.

—¡Me ha pedido matrimonio! —exclamó Kang Soyou extendiendo su mano, una brillante sortija de compromiso le cegó por segundos.

—Vaya Soo, eres realmente suertuda —contesto él chico con simpleza.

La chica se cruzó de brazos y arqueó una ceja—Mm... parece que no amanecimos bien esta mañana.

Jimin rodó los ojos, y de pronto drásticamente cambió su tono de voz a uno muy dulce—De verdad, me alegro mucho por ti y Junggigo, son una pareja tan encan-

—Córtalo ahí Park, ya entendí —se quejó esta vez la omega—, como sea, ¿ya leíste el informe?

Jimin levantó el portafolio en sus manos y sonrió sin enseñar sus dientes—Estaba en eso.

Dirty Work: una mirada al presente [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora