Capítulo 5

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Nightwing se quedo dormido después de un rato me enfurecía el hecho de recordar lo que esos bastardos trataron e hicieron con él, solo hablamos un poco pero eso fue suficiente como para que captara mi atención. Y el que lo hiciera es verdaderamente extraño, por lo general me desagradan todas las personas, el por que, bueno mienten, engañan, siempre buscar lo mejor para ellos, son egoístas, se rompen fácilmente, son falsas.

No puedo decir si él lo es, pero puede que posea alguna de ellas pero si puedo ver algo en él, es que es fuerte, el estar en ese tipo de negocios siempre traen consigo dolor muchos para lidiar con ellos se drogan en exceso, no tiene señales de hacerlo.
Entiendo por qué es tan popular entre todos en el burdel, su cuerpo es hermoso, magnífico, caderas delgadas y curveadas, pecho firme y con un ligero abdomen marcado, piernas piernas firmes largas y delgadas, un rostro sumamente bello con ciertos rasgos finos y sus ojos claros y profundos, color azul que a pesar de todo lo que ha pasado aún posen brillo e ilusión.


Comenzaba a removerme un poco en mi cama y tapaba mis ojos con las sábanas pues el sol que entraba calaba, el aroma que estaba impregnada en ellas era diferente y en el ambiente se olía algo súmate delicioso.

Abrí de a poco mis ojos encontrándome con un lugar diferente al de mi habitación, eso me alarmó un poco pues sin importar que siempre volvía a mi habitación después de terminar el trabajo. Me levante sobresaltado y acelerando mi respiración, levante las sábanas sintiéndome un poco aliviado al ver que traía ropa pero ese alivio se fue más rápido como llego pues sentí un dolor punzante en mi parte baja, en mi cadera y espalda baja, recordé lo que había sucedido, escuché pasos acercarse mi cuerpo se tensó un poco hasta que vi quien era él que entraba. Slade.
-Tranquiló, todo está bien, el desayuno está casi listo por si quieres- se acercó con cautela y lentamente mi cuerpos se relajó pues confiaba en él 

-Gracias, esto...- con una de mis manos apreté la playera de la pijama

-Es mía, me alegro que te quedara bien, vamos Joker llamo hace poco y dijo que debía devolverte antes de las 5- asentí e intente ponerme de pie pero mis piernas flanquearon e hicieron caerme o casi pues Slade me atrapo 

-Con cuidado aún debe dolerte- me ayudo a ponerme de pie y a guiarme a la cocina de donde provenía tan delicioso olor a café y huevos revueltos- Aquí tienes, si quieres más solo dime

-En serio muchas gracias, lamento causarte tantas molestias- le di un sorbo al café y luego comí un poco del desayuno 

-No es ninguna molestia, me agrada tu compañía y no me mal entiendas, es refréscate hablar contigo dices la verdad... de cierta forma, pero lo haces - bebió un poco de café manteniendo su mirada fija en mi

-Y como puedes estar tan seguro de ello y si te he mentido en casi todo lo que te he dicho- dije pero no es así, siempre con cada uno de mis clientes miento, pero no con él, él es diferente estar cerca de él me da cierta tranquilidad y seguridad las cuales no se de donde provienen pues acabo de conocerlo

-Para mentir se necesitan muchas cosas una de ellas es mantener la calma y tener en cuenta algo todo el tiempo


Al decir una mentira siempre debes ponerle un toque de verdad, mantenerte sereno y confiado de ti mismo y en tu palabra y creerte tú mismo esa mentiré pues a partir de ese instante ser ahí verdad y tendrás que confiar en ella


Dijimos al mismo tiempo, pues era algo que yo sabía de memoria
-Al parece ya lo sabes- cerro un poco su ojo pero no apartaba la vista

-Si no lo supiera, mentir sería casi imposible y eso es lo que muchos no tienen en cuenta por ello caen pues el nerviosismo y la culpa están en ellos - dije con seriedad pues fue algo que aprendí a la mala 

-Y tu no lo sientes

-Por que debería hacerlo- si ellos tiene el descaro de hacerme sentir miserable nos les permitiría dejar en mi más

-Te lo dije, es refrescante hablé contigo dices la verdad de cierta forma- sonreí un poco y volví beber algo de café, el resto de la mañana transcurrió de manera amena. 

Descubrí un par de cosas al parecer él era el dueño de una compañía de seguridad de todo tipo, viaja seguido por trabajo hacia el extranjero, que no le gusta relacionarse con las personas, todo sonaba estar en orden pero demasiado normal de cierta manera, cuando alguien tiene una vida que parece extremadamente normal esconde algo detrás. ¿Qué será lo que esconde él? Parte de la tarde paseamos por la ciudad, ya tenia un largo tiempo desde que no tenia un día como este, lejos de todo mi trabajo, pero lo bueno llega a su fin tarde o temprano

-Falta poco para que sean las 5, debo llevarte con el Joker- dijo mientras ambos subíamos a su auto, asentí un poco durante el trayecto nos mantuvimos un poco en silencio. Llegamos y baje del auto junto con él

-Bueno... gracia otra vez por todo- dije jugando nerviosamente con mi manos un poco 

-No tienes por que agradecerme, disfrute mucho de tu compañía, hace tiempo que no me sentía tan... relajado, el trabajo siempre me presiona- reí un poco al parecer ambos disfrutamos ese día

-Adiós... espero que el trabajo no sea tan pesado- iba a abrir la puerta cuando su voz me detuvo

-Yo también espero lo mismo para ti, de cualquier forma vendré por aquí seguido por si quieres hablar- sonreí levemente, por un momento creí que no lo volvería a ver, antes de que pudiese abrir la puerta el señor J. lo hizo

-Nightwing por fin llegas... Slade....- lo primero lo dijo muy animado pero al mencionar su nombre su expresión cambio a una fría 

-Joker, cuanto tiempo

-Si...- después de eso Joker me dijo que no debía trabajar esa noche pues mañana tendría que ir a la fiesta del Señor Wayne, asentí y me dirigí a mi habitación, por otro lado ellos dos entraron a su oficina y conversaron no se por cuanto tiempo lo hicieron o de que, en cuanto subí a mi habitación me encontré con mis amigos quienes me atacaron con preguntas y yo solo di algunas respuesta cortas pues no quería hablar mucho, me tire a mi cama a descansar a mi llego el aroma de las sananas es... diferente, sentí como si extrañara el de la mañana.

Entre Trabajo, Amor y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora