Me aleje un poco de la puerta para después golearla con mi costado, abriendo la puerta con brusquedad, pero no esperaba encontrarme nuevamente con esa escena — ¡Richard!
...
Tan pronto como la puerta se abrió y pude ver su interior volví a tener aquella terrible sensación, aquel hormigueo y frío recorriendo mi cuerpo. El aire, el oxigeno parecieron adensarse de un segundo a otro y se hacían imposibles de tomar. No podía ser, aquello no se podía repetir. No podía volver a pasar. No lo soportaría, no otra vez.
Ya había perdido a Jasón por esa razón, no lo perdería a él también. No.
Corrí hacía él, su cuerpo estaba tirado en el suelo y de su boca emanaba una espuma blanca, bajaba por sus labios y se expandía por el suelo. Sus ojos estaban cerrados y a pocos centímetros de su mano estaba una jeringuilla, en su brazo podía ver el sitio donde la aguja de la jeringuilla había traspasado la piel y había dejado que aquel veneno entrara en su sangre y recorriera su cuerpo.
— ¡Richard! ¡Reacciona! — puse su cuerpo de costado para evitar que se ahogara y con temor y mis manos temblando puse dos dedos en su cuello para revisar si tenía pulso o sabes si nuevamente había llegado tarde, si otra vez Wayne había logrado quitarme todo.
Lo sentí. Débil, pero ahí estaba. Seguía vivo.
— ¡Llama a una ambulancia! — le grite al Joker, detrás de él estaban algunos de los otros chicos, este solo asintió y saco su celular y comenzó a llamar a emergencias.
Algunos de los chicos se acercaron y uno de ellos que tenía el pelo teñido en un color verde se acerco a mi con un frasco, lo mire por unos segundos. Aquel frasco estaba casi vació. Una de las chicas que entro de cabellera pelirroja se acerco a la cajonera que estaba abierta y comenzó a sacar varios frascos más, junto con píldora, jeringuillas ya preparadas y pequeñas bolsas con drogas pulverizadas.
— Oh mierda... — escuche decir a un chico de tez morena que me ayudaba con Richard, aquel chico que siempre estaba detrás de la barra. Limpio la espuma que emanaba de su boca.
Ver todo aquello solo me traía malos momentos, me recordaba los días en que Jasón comenzaba a dejar todo y cuando él había vuelto a estar enredado entre todo eso, todo a casusa de Wayne.
Aquel hombre que marchitaba, quebraba y destrozaba haciendo añicos todo aquello que tocaba. Aquel hombre que no le interesaba mancharse las manos para lograr lo que deseaba, que no le importaba los métodos poco ortodoxos y los sacrificios si con ellos lograba el resultado que quería, para él todo podía ser remplazado, todos tenían un valor inferior en su comparación. Solo ceros y unos, ricos y pobres. Alguien que no le interesa dañar a las personas y utilizarlas con tal de permanecer en la cima.
Había utilizado a Jasón y estaba seguro de que había hecho lo mismo o peor con Richard.
Veía como era casi imperceptible el subir y bajar del pecho de Richard, su pulso seguía siendo débil, débil cuando escuche un sonido ahogado por su parte, como luchaba para seguir respirando y sentir como dejaba de hacerlo. Como dejaba su corazón de latir y como él dejaba de respirar.
Volví a gritar su nombre, solté un cabeza haciéndola hacia atrás dejando su boca abierta y me puse a la altura de su pecho, entrelace mis dedos y las presione bajo su tórax comenzando a darle RCP, presionaba una y otra vez para después quitar mis manos tomar con una de ellas su barbilla y con la otra presionaba su nariz, acerque mi boca y la suya y sople, una y dos veces y volví a poner mis manos en pecho y a presionar. Una y otra vez, jadeaba y respiraba de manera pesada, mi frente comenzaba a cubrirse por una delgada capa de sudor.
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Entre Trabajo, Amor y Poder
FanfictionRobin es un joven que trabaja en un burdel para por sobre llevar la difícil vida que tiene. A pesar de ser un hombre es bastante popular,, pero en especial es muy codiciado por todos. En unos de sus días ordinarios de trabajo conocerá a dos hombres...