Entre Trabajo, Amor y Poder

Capítulo 35

Después de ello paso un tiempo para que el Joker y yo volviéramos a hablarnos o al menos decir algo pequeño, un "¿Todo bien?" y un simple "si" aunque en verdad no todo estuviera bien, las miradas era distantes y el cariño que antes se irradiaba mutuamente no era así, era incomodo tanto el vernos como hablarnos y cuando hablábamos era respecto al trabajo, solo trabajo. 

Nunca más volvió a mencionar a Bruce a pesar de que pasaba muchas noches en su mansión o él venia aquí de vez en cuando, solo lo miraba de reojo y solo eso, ninguna palabra intercambiaban. El que llegara tarde a "casa" después de estar con Bruce se volvió algo monótono para mi y él siempre me esperaba en la barra del bar con un trago en la mano y solo eso, pasaba a un lado suyo y subía las escaleras hacia mi habitación sintiendo su mirada hacía mí. 

Slade llamaba de vez en cuando, pero cuando lo hacía yo no contestaba o no me encontraba en casa o disponible por estar atendiendo a algun cliente, cuando el Joker intentaba mencionarlo salía de ahí excusándome con cosas tontas. No quería escuchar de él, no después de lo que me había contado Bruce acerca de su esposa y su hija, el que estaba casado y que yo simplemente era uno de muchos otros amoríos que tenía.

Como aquel que se había mostrado hace un tiempo, lo involucraban a él y a el hijo del presidente de la secretaria de economía allá en España. En una fiesta se les había tomado fotografías donde se ve que tienen una amena platica, pero también mencionan que estuvieron junto toda la velada y en la entrevista que se le realizo aquel chico, en una pregunta acerca de si tenia algun interés o alguna relación amorosa con Slade  dijo: "No lo sé, tal vez. El señor Wilson es alguien muy dulce y atento, me gustaría conocerlo más y quien sabe tal vez pueda tener una oportunidad de estar con él." Habían salido en otras noticias, pero en cada una de ellas siempre se les veía juntos y aquella fotografía que subió un bloguero de aquel chico y Slade en un auto demasiado juntos sosteniendo su mejilla creo el rumor de que... estaban en una relación. 

Sabía que podía pasar y al parecer así era. 

Bruce me llevaba a sus fiestas y galas a pesar de que era algo incomodo para mí el vestir algo demasiado caro y extravagante, poco a poco las dosis subían pues dejaban de tener el efecto que deseaba, si antes era una píldora cada 6 hora para que tuviese efecto ahora necesitaba 2 de ellas cada 4 horas. Bruce me ayudaba a experimentar con cualquier clase de sustancia que se me apetecía y se aseguraba de que fuera de buena calidad, me daba cualquier cosa que le pedía.

Había momento los cuales no recordaba donde sentía que mi mente y cuerpo viajaban a otro sitio alejado de donde estaba, donde no había nada solo un sentido de aturdimiento donde mi cuerpo se mantenía en movimiento, mis labios pronunciaban palabras y yo desconocía de ellas pero aquello solo sucedía en ocasiones, siempre que me encontraba con Bruce.

Ahora era un momento de esos, donde mi cuerpo parecía lejano y liviano, donde no pesa y simplemente flotaba. Mi ultima memoria era haber entrado con Bruce a una habitación de un hotel era de madrugada y habíamos estado en una fiesta, mi cuerpo se sentía caliente, su lengua recorría mi cuelo y pecho mientras que nuestras manos se deshacían de la ropa. 

Habían pasado ya dos años desde que Wilson se había ido a España para lograr una alianza con los comerciantes y así tuviese el permiso del país para comenzar con su distribución y venta en el. Como lo había planeado Richard se mantuvo cercano a mi, pidiendo y rogando por que no lo dejara y el haberle contado acerca de su esposa e hija solo facilitaron las cosas, le daba lo que deseaba y en cambio tomaba lo que necesitaba de él. Lo tenía donde y como lo quería.