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Tenía siete años cuando mi madre devoró a mi tía abuela, nunca fue bienvenida del todo en la familia, y mucho menos después de mi nacimiento. Mi cabello negro debió haber sido rubio, como el de Willy. A los Ancianos no les gustó que me pareciera a mi madre y no a mi padre, creían que mi mamá había engañado a mi padre con otro hombre. Sobre todo con los casi 17 años de diferencia, cuando en realidad, solo heredé su cabello. 

Llegó el año de hacer la transición y las opciones eran mis padres, claro que mi madre convención a mi padre de dejarla heredarlo para demostrar a esta familia que era digna de confiar. Que era una Tybur. 

Con los Ancianos supervisando a Willy, buscándole una esposa y mi madre acompañándolo a los eventos, yo estaba prácticamente por mi cuenta. Una cocinera se encargó de cuidarme la mayor parte de mi vida, mi mamá y ella fueron las que me hicieron como soy. Y lo mejor de todo, no me decían que hacer.

La cocinera, Helen, me llevaba a todos lados, me enseñó la ciudad de orilla a orilla. Mi madre me compraba vestidos lindos, de colores claros y nada de negro, era un color muy lúgubre para una niña.

Dos años después de mi nacimiento, Willy se casó con Katrina y un año después nació Fine. Pudimos haber sido criadas como hermanas pero los Ancianos lo impidieron, yo era su tía, y debía darme el respeto como tal, aunque yo solo tenía tres años cuando ella nació.  Casi diez años después, cuando él tenía 28 años, nació Isa. 

Pero antes de eso, mi madre demostró su lealtad a la familia. Se convirtió en la poseedora del Martillo de Guerra,  Willy tenía 23 y yo 7. Cinco años después murió mi padre, para entonces Willy ya tenía 28 años, yo tenía 12, así que mi hermano se convirtió en la cabeza de la familia rápidamente, y con mucha facilidad. Mientras mi padre seguía siendo el representante, la elocuencia de mi hermano le dio aliados, amistados y contactos con personas influyentes. En ese mismo año nació Isa.  

Dos años después nacieron los gemelos y otros dos años después tuvieron a Mathis, para entonces yo tenía 16 años y Willy 32. 

Cuando cumplí 17 años, mi madre estaba a punto de cumplir 10 años siendo portadora, aún le faltaban tres años para ser devorada, y la decisión estaba siendo discutida. La ventaja era que Katrina ya no quería más hijos, así que Willy moriría cuando Mathis tuviera 14 años, y cualquiera de sus hijos tendría la edad necesaria para heredar el titan. Hasta el momento había sido muy cuidadosa con mis salidas de la casa, era quien los Ancianos querían que fuera frente a ellos y en público, sabía satisfacerlos y divertirme al mismo tiempo. 

Hasta  que en una fiesta, conocí al hermano de Astrid. A ella la conocía desde niña, tuvimos a la misma institutriz y a veces me acompañaba en mis escapadas. Pero no a Frey, sabía de su existencia y lo veía en fotos y de lejos en algunas cenas, hasta que me encontró robando chocolates con licor para dárselos a probar a Fine. 

Pensaba que me echaría de cabeza y entonces se habría acabado para mí, pero al contrario, me ayudó a robar más y después nos fuimos al jardín a comernos los chocolates a escondidas. Después de eso, empezó a coquetearme y mandarme pequeñas notas de vez en cuando, por lo general era su hermana quien la hacía de mensajera. 

Era divertido, siempre nos mirábamos en las cenas y buscábamos como escabullirnos de las fiestas. Fue así por meses, le empecé a agarrar cariño. 

Hasta que todo se echó a perder, él lo echó a perder con su enorme boca. No podía quedarse callado. 

Entonces los Ancianos ordenaron mi disciplina, un cambio radical para contrarrestar la imagen que se esparcía de mi a base de falsos rumores empezados por él. Empecé a llevar mi cabello recogido, los vestidos negros que mi madre tanto evitó que usará de niña, me ordenaron quedarme en una esquina, callada y reservada. 

Mundos distintos  (PorcoGalliardxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora