Mundos distintos (PorcoGalliardxLectora)

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¿Se acuerdan que en Prohibido había aumentado las edades de los personajes para el romance entre ellos? Bueno, aquí se mantiene igual. 

En mi historia, los guerreros se fueron a la isla con 18-19 años y volvieron a los 23 años.

Para mí, Porco es menor que Marcel un año, así que en el tiempo de esta historia, mejor les dejo las edades. 

Willy: 36                  Y/N: 20

Porco: 22                Frey: 22

Kirya: 23                 Astrid: 20

Esto lo digo por si hay unas personas que no leyeron Prohibido (que no hace falta)

En fin, empecemos...

12 de agosto, ---

Es increíble como cambian las cosas en cuestión de años. Hace siglos estábamos en la cima, éramos reyes, teníamos poder, hasta que el último rey Fritz se ablandó y se retiró a la isla Paradis con algunos de sus súbditos.

Han masacrado a mi familia por esa información, todos piensan que son los marleyanos los que han ido reduciendo la sangre real al punto de tener que escondernos a plena vista, cuando en verdad fueron nuestros amigos más cercanos los que acabaron con nosotros... 

Solíamos ir por las calles del campo diciendo la verdad, de cómo Eldia se había retirado más no había sido vencida como muchos creen, pero a los Tybur no les convenía que supieran eso. Así que empezaron a cazarnos... 

-Y/N - me sobresalto en mi lugar -. ¿Tan buena está la lectura?

Suspiro y me llevo una mano al pecho, mi corazón está agitado y me alegra que sea por el susto y no por ver a Galliard. Cierro el diario de Aslan Fritz y lo guardo en el cajón del escritorio. 

-Lo acabo de empezar - toma asiento frente a mí -. Iba a empezar sin ti. 

Galliard me pasa el tazón de ramen, le doy el huevo cocido y el me pasa el cebollín de su plato. Sonríe y empezamos a comer. Lo observo un rato, me doy cuenta que tiene las marcas de titan en sus pómulos, tal vez por eso se tardó más de lo usual. 

Karina, Ana y Fredei habían comido mientras yo decidí esperar a Galliard. Detrás de Galliard, en las camillas, Fredei y Ana estaban atendiendo a los soldados que iban llegando. Galliard estira su tenedor a mi comida y toma la chuleta de puerco, sonrío. 

-¿Puedo tocarlas? - Galliard levanta la mirada confundido -. Las marcas - asiente y se inclina a mí. 

Estiro la mano y paso los dedos por las marcas de su pómulo izquierdo, aprieta la quijada. 

-¿Duele? 

-No - dice en un suspiro -. Ni siquiera yo las he tocado. 

Aparto la mano y trago saliva, reprimo una sonrisa al ver una semilla de chile en su barbilla. Tomo la servilleta y la paso por su barbilla. 

-Ni siquiera Mathis se mancha al comer - comento. 

Galliard abre la boca y trata de morder mi mano, la aparto entre risas y baja la mirada a su comida. 

-Desaparecen con el tiempo - dice. 

-Sí, lo sé - me mira a los ojos y sonrío. 

Galliard se inclina más a mi, gira el caldo de su ramen con el tenedor.