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¿Un paso a la felicidad?

Sinónimos de Koo Jungmo: Estúpido, deplorable, iluso, idiota, ¿ya dije iluso?

Sonrió muy para sus adentros, con dolor e incomprensión. Volvió a recordar los tiempos aquellos en los que se familiarizaba con tales emociones.

Ese no era su lugar, no era allí donde debía estar.

Caminó a pasos lentos sin expresión, como si no tuviera ningún tipo de sentimientos, guardando todo en su centro.

A veces no entendía, era simplemente inexplicable. Todos lo eran, incluso él.

Algo que lo hacía aún más humano eran sus sentimientos, sus ilusiones, sus pensamientos. Pero todos lo llevaban a algo, Kang Minhee y el dolor.

Inevitablemente, se sentía cada vez más roto.  Cuando visualizó su objetivo, presionó el contacto.

—¿wonjin?

—¡Jungmo! ¡Hola! ¿Cómo estás?

—¿Si te digo que ahora mismo quiero morirme, vendrías a buscarme?

—Dame la dirección, ahora.

—Parque central— Dijo— Espero no sea lejos.

—Estoy más cerca de lo que piensas, voy por ti.

Cortó, mordiendo sus labios e inflando sus mejillas. Tenía suficiente, ya era suficiente.

Wonjin realmente llegó más rápido de lo que pensó, en una motocicleta.

Lo escoltó hasta su casa donde fue invitado a pasar, tal vez, debería liberarse de tanta tristeza. Quería gritar, romper todo y llorar.

—¿Por qu-ㅡ Sus palabras fueron interrumpidas en el momento que sintió a Jungmo abalanzarse hacia sus brazos.

—Soy un idiota. No sé cuántas veces lo dije p-pero es verdad— Un sollozo escapó— ¿Cuánto más? ¿Cuánto más seguiré sintiéndome así por eso?— Sintió como Wonjin lo apretaba más fuerte sobre si— Doy pena, doy tanta pena que quiero morir de vergüenza, quiero ¡No sé qué quiero! Quiero ahogarme en mis lágrimas, q-quiero... Tan solo quiero ser él— Pronunció parando su llanto abruptamente, sentándose en el suelo y quedando estático, con la mirada vacía.

Wonjin no entendía, ¿qué le habían hecho para que estuviese así?

—¿Es eso?— Le miró, en busca de respuestas — ¿No soy lo suficientemente bonito?— Preguntó— ¿No soy una buena persona? ¿Hay algo mal conmigo?

Una jugada sucia. Habían dado en su autoestima, Jungmo se sentía insuficiente ¿Por qué? ¿Quién había roto esa barrera?

Mierda, lo habían hecho exactamente mierda. Al observarlo se dio cuenta de que Jungmo realmente se comparaba, y era increíble. No hallaba explicación, Wonjin no hallaba ninguna, buscaba en su mirada, buscaba en sus recuerdos. Wonjin no sabía nada.

¿Qué fue lo que le hicieron para que la persona mas bonita del planeta se sintiera así?

Estaba mal.

¿A qué punto habían llegado?

—Wonjin...— Lo miró, mordiendo su labio inferior de manera temblorosa— ¿Soy lindo? ¿Atractivo?— De sus preciosos ojos brotaban nuevamente las lágrimas.

No lo creía. ¿Por qué le preguntaba ello? Si la respuesta era más que obvia, pero no fue la pregunta, sino su forma de hablar. Jungmo necesitaba saber que lo era, que era suficiente.  

Fue su turno de lanzarse sobre él, abrazándolo nuevamente, tratando de que esa persona se quedara con él. Tratando de que ese contacto le permitiera saber lo mucho que lo quería, el gran cariño que le tomó en poco tiempo.

Acunó su rostro.

—Won... — Sus ojos se posaron en un objeto lejano, para no mirarle directamente a los suyos — Quiero ser él, desearía ser él, es hermoso y perfecto. No tengo forma de gustarle... Dime que lo soy ¿Si?ㅡ Pidió, cerrándolosㅡ Miénteme aunque sea.

Era doloroso, verlo de esa forma lo rompía.

Cualquiera que haya querido hacerle daño, logró su cometido, o incluso más. Negó, negó muchas veces.

—No lo eres— Pegó su frente con la contraria— Jungmo, no eres solo bonito— Besó sus mejillas— Eres hermoso, precioso, eres simplemente Jungmo. Y el que lo seas es suficiente, no tienes que desear ser otra persona, por favor, no lo desees. Brillas siendo tú y eso está bien, siéntete lindo, siéntete como lo que eres, un hermoso chico de ojos marrones portadores de una galaxia, joder ¿Qué te hicieron? ¿por qué estás así?

Sus palabras se instalaron en su corazón. Ham siguió abrazándolo hasta que las últimas lágrimas lo abandonaron.

Sí, era un llorón, pero al fin y al cabo, llorando era la única forma en que el cuerpo humano podía descansar. Y él realmente tenía mucha agua.   

Se oyó la respiración tranquila en toda la sala, había soltado un gran suspiro.

—Nada, supongo que... Me sentí bien cuando Minhee me besó que...

Minhee.

—Que por momentos creí que sentía lo mismo por mí, creí tantas cosas que ahora me suenan realmente estúpidas. Pero es mentira, Wonjin, es mentira, me mentí todo el tiempo... Él ama a Seongmin, claro que sí, llevó hablándome de su belleza y carisma por mucho que... Me di cuenta que está enamorado. Si lo hubieses oído hablar, era tanta admiración, tanto... Tanto amor. ¿Cómo pude imaginar algo que no era? ¡Me besó! Él me dijo que se puso celoso de ti, ¿lo crees?

Rió con nostalgia. Recordando que aquél beso fue producto de la confusión y vulnerabilidad por la que estaba pasando Wonjin en ese momento. En realidad, ninguno sentía más que amistad por el otro.

—Pero hoy no fue un buen día—Suspiró, jalando sus cabellos de forma exasperada— El profesor de matemáticas reprobó mi trabajo por dos errores ¿entiendes? Dos. Me golpearon con un balón en el estómago accidentalmente, y dolió como la mierda he de decir. Tomé un café y estaba hirviendo, quemé mi boca— Se quejó— Olvidé mi celular sobre la mesa, tardé dos horas en darme cuenta, me volví corriendo desde la esquina de mi casa. Cuando llegué, los vi— Resopló, ya sin querer llorar. Al parecer, se había quedado seco— Abrazados, compartiendo un beso. Si los hubieras visto, dirías que eran la pareja más tierna del lugar. ¿Entiendes? Lo eligió a él, siempre fue él. Entonces, ¿Por qué también lo hizo conmigo? ¿Por qué le abrí mis sentimientos? Fue un mal día, lo fue mucho, no quiero volver a tomar café en mi vida, casi le rompo la cara al viejo idiota ese y a los niños les di dulces porque eran muy tiernos, finalmente, perdí mi celular. ¿Algo más para agregar a mi tragedia?

Wonjin lo miraba perplejo. Era mucho para procesar. Como diría su abuelo, a Jungmo lo meó un elefante.

Minhee. Estaba enamorado de su mejor amigo, o eso entendió. Y sí, demasiado para procesar. Pero entendió que, a pesar de no conocerlo, estaba jugando con sus sentimientos de alguna u otra forma. Quizá era muy apresurado y no sabía la otra parte de la historia o cómo se sentía el otro chico, pero parecía terrible hijo de puta.   

No era quién para juzgarlo, y por supuesto que no lo haría. Solo tendió una mano y lo levantó del suelo para de nuevo volver a abrazarlo.

Si Jungmo se descargó del tal forma, estaba bien.

—Solo puedo decirte que, esto va a pasar. Que esto lo vas a superar, que te voy a apoyar y sostener como amigo, que voy a estar aquí. Prometo ser tu almohada y comprarte comida chatarra los viernes, prometo que te levantaré si recaes. Jungmo, no estás solo. Me tienes a mí, sé que podrás superarlo, que las cosas malas pasarán, lo sé.