he ✧ minimo

Besos, dolor.

Al llegar a casa, su cuerpo se tumbó en la cama con un nudo en la garganta y pequeñas lágrimas saliendo.

Se dejó envolver entre las mantas.

Minhee no le había hablado en lo que transcurría del día, y era lamentable el hecho de que Hyunsuk haya estado con él todo el tiempo, por pena.

Sin embargo, Jungmo no dependía de nadie ¿Por qué todos lo compadecían?

Maldita sensación de abandono.

Jungmo no era su dueño.

Cuánto se reprochaba, debió hacer caso cuando Choi le dijo que no fuera al baño, debió quedarse ahí.

ㅡ Del uno al diez ¿cuántas ganas tienes de ir?

ㅡ Qué rayos ¿es que no puedo ir a orinar?

ㅡNo ㅡ Respondió con simpleza, ganándose una mirada asesina de su parteㅡ Bueno, aún no, espera un ratito ¿si?

ㅡ No ㅡ Fue su turno de negarse.

Abrió la puerta y se acercó al lavabo suspirando con suavidad, para luego remojar su rostro.  Últimamente el cansancio se apoderaba de su cuerpo y espíritu, pero aún así no podía descansar correctamente. Se observó en el espejo, era un desastre.

Inevitablemente, su cara se deformó de manera inmediata cuando oyó un leve jadeo salir de los cubículos. Su boca formó una mueca de asco. Lo traumático que era cuando escuchaba esos sonidos de adolescentes calenturientos por error.

ㅡ Eres precioso.

Curioso. Esa voz se le hacía conocida.

Luego, una pequeña risita inundó sus oídos.

ㅡ¿Por qué lo dices?

ㅡ Jamás antes tuve la oportunidad de tenerte así, de cerca eres mas lindo.

Pequeños ruidos seguían saliendo.

ㅡ Pero tú eres más lindo.

El último suspiro salió seco de su garganta.

Besos.

Eran besos.

Y esa voz que conocía tan perfectamente, esa que solía cantarle e instalar mariposas en su estómago, hizo de las emociones de Jungmo un desastre.

Rápidamente salió de allí, frotando sus manos con afán.

No debió ir.

ㅡ Te lo dije.

Sí, le dijo. Le había dicho que esperase.

Ahora simplemente al mirarlo, veía la pena en sus ojos. No soportó más, se lanzó a sus brazos empapando su hombro con gotas de agua salada.

No le importó si en la cafetería algunos los miraban, ni siquiera cuando visualizó segundos después a Minhee de la mano con Seongmin.

Después de todo, no se acercó a ellos. No preguntó si estaba bien.

Jungmo escondió su rostro y lloró silenciosamente hasta que fue arrastrado de allí.

Que patético era él, que patético ser una persona enamorada de su mejor amigo.

Que patético, Koo Jungmo.

¿Era muy tarde para pedir que Minhee le diera su amor? Totalmente.

ㅡ Es tiempo de que dejes de dar lástimaㅡ Susurró hacia su reflejoㅡ Te metiste solo en esto y ahora no puedes salir. Que cobardeㅡ Durante los minutos mas largos, su llanto armonizaba la habitación, siendo acompañado por el sonido de la lluvia.

ㅡ ¿Cómo sacarte de aquí, Minhee?ㅡ Sus finas manos se posaron en el centro de su pechoㅡ Dime ¿cómo?

Limpió sus lágrimas con brusquedad.

ㅡ Si tienes un poquito de amor propio, Jungmo, deja de permitir que esto te dañe. La felicidad de tu mejor amigo es tú felicidad también, sus alegrías son tus alegrías ¿En qué cabeza cabe el hecho de que sufras porque él es feliz? En ninguna. No te pertenece, es solo tu mejor amigo, tu hermano.

Después de todo, era eso lo que le dolía.

Sin embargo, aquellas palabras necesitaban ser grabadas muy bien.